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Según El libro blanco del Fome, la mayor proporción de los recursos se ha destinado a atender la emergencia sanitaria del covid-19
El año pasado el Gobierno creó el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome) con el propósito de atender la crisis sanitaria, social y económica derivada de la pandemia del covid-19. Y hoy, después de más de un año y medio, ya se han utilizado 86,8% de esos recursos.
Esas son las cifras que se evidencian en el Libro Blanco del Fome, que publica el Ministerio de Hacienda. En específico, de los $43,85 billones que se asignaron al Fondo, ya se han ejecutado $38,04 billones con corte al 31 de octubre, es decir, todavía quedan más de $5 billones por comprometer en esta vigencia.
La mayor proporción de los recursos se han destinado a atender la emergencia sanitaria, con medidas como la estrategia Prass, la compra de vacunas contra el covid-19 y la ampliación de la oferta hospitalaria. En total, en este eje de acción se han ejecutado recursos por $15,16 billones de los $15,96 billones que se aprobaron.
En su orden, el segundo eje con más recursos ha sido el de atención a la población que vive en condiciones de vulnerabilidad, en el que se aprobaron recursos por $17,47 billones y se han ejecutado $14,38 billones.
En este se incluyen los giros a programas como Ingreso Solidario ($13,89 billones), la devolución del IVA ($280.000 millones) y giros extraordinarios a otros programas sociales ($4,5 billones).
“Los montos más grandes han sido para salud y para los programas de apoyo social, que son los que uno esperaría que deberían ser los principales rubros de la respuesta a la emergencia”, dijo Luis Carlos Reyes, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.
“Medidas de apoyo al empleo, como las que se financiaron con el Fome, la reactivación y el estímulo monetario han contribuido a la recuperación”.
El último eje es el de la protección del empleo y de la actividad económica, que, con una ejecución de $8,48 billones, ha financiado medidas como el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) y el Programa de Apoyo al Pago de la Prima de servicios (PAP).
“Medidas de apoyo al empleo como las que se financiaron a través del Fome, la reactivación de todos los sectores económicos y el estímulo monetario han contribuido a que cerca de 90% de los empleos perdidos durante la crisis ya se hayan recuperado”, anotó David Cubides, economista del Banco Itaú.
Con estas cifras de ejecución de los recursos del Fome, el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, aseguró que “(el Fome) ha cumplido el objeto para el cual fue creado, atender las necesidades de recursos para la atención en salud, los efectos adversos generados a la actividad productiva, y la necesidad de que la economía continúe brindando condiciones que mantengan el empleo y el crecimiento”.
No obstante, algunos expertos indicaron que todavía falta camino por recorrer en términos de la transparencia del uso de los recursos públicos, tanto los del Fome, como los del Presupuesto General.
De hecho, el senador Iván Marulanda radicó un proyecto de Ley que busca que la cartera presente un informe semestral en el que detalle los gastos de los recursos del Fome por entidad y por programa.
“Este informe incluirá una justificación del gasto y una valoración de los logros obtenidos en el marco de la respuesta a la emergencia. El detalle de los gastos deberá divulgarse como datos estructurados para que la información pueda ser procesada y analizada fácilmente”, explicó Marulanda.
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