Proceso de reorganización de Biogás se complica por temas contables

Para comenzar, la empresa nació por escritura pública el día 19 de octubre de 2007 en la Notaria 73, es decir lleva más de ocho años y medio funcionando en el país. 

La planta se encuentra en la implementación de algunos proyectos “de captación del biogás generado por rellenos sanitarios en las ciudades de Armenia, Cartagena y Montería”, informó la entidad.

Todo iba bien hasta que la firma comenzó a registrar algunas irregularidades en sus flujos de cajas. De acuerdo con la información de la Superintendencia de Sociedades y otros documentos a los que tuvo acceso LR, Biogás Doña Juana en 2011 comenzó a pedir auxilio por sus cuentas económicas, tanto que solicitó renegociar el contrato con a la Unidad Administrativa de Servicios Públicos (Uaesp), pero fue rechazado a los pocos meses.

En esos momentos Biogás se comprometió a construir una planta, trabajar en la explotación del gas metano y a reducir más de 14 millones de toneladas de dióxido de carbono, entre otras cosas.

Por estas razones la compañía entró en reorganización en 2014. Y es que las cuentas y el balance general demostraban que la salud económica de la empresa no andaba bien.

Hace dos años los pasivos corrientes, en donde se incluyen obligaciones financieras, acreedores por pagar, impuestos, gravámenes, tasas y responsabilidades laborales entre otras, sumaron $2.940 millones. Además, los ingresos y costos de producción reflejaron un déficit para este año de $7.476 millones como pérdida bruta en ventas.

Sin embargo, el director de la Uaesp, Henry Romero, y el mismo alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, se refirieron al tema diciendo que no era posible acabar con la empresa por las deficiencias que se generarían al sistema ambiental. Además, la Superintendencia se jugó una carta nombrando a la exministra Noemí Sanín como promotora para intentar salvar a Biogás.

Pablo Márquez, Socio de Márquez, Barrera & Castañeda, dijo que en estos casos la idea de la Supersociedades, los acreedores y los representantes de la compañía es salvar la empresa, por esta razón “se nombra un promotor que tiene la posibilidad de lograr un acuerdo entre las partes”.

Y con el proceso de reorganización se logró llevar a cabo un acuerdo, que terminó en un documento con diferentes cláusulas, entre ellas el establecimiento de un pasivo ascendía a $33.964 millones.

Las deudas que tenían Biogás Doña Juana en 2014 eran con el banco Helm Bank, Gas Natural y Proactiva, principalmente.

Sin embargo, lo que denuncian algunas fuentes a LR es que la empresa no logró cumplir con los plazos para pagar las deudas. Lo que aparentemente hizo la compañía fue una capitalización de casi $20.000 millones con otra empresa que era del mismo circulo, es decir una renegociación con una firma de los mismos dueños, replantenando y asumiendo las deudas. Esto se logró hacer con manejos contables y sin pagar todo el dinero a los acreedores.

Para los expertos esto podría volver a involucrar una investigación de la Superintendencia, que ante el posible fraude terminaría liquidando la empresa.

Ivonne Reyes, abogada especialista en derecho contractual, afirmó que “la ley de insolvencia es clara y guarda todo este tipo de soluciones de cómo debe operar una compañía con estos casos”.

Las cifras que prometía la empresa

De acuerdo con las cifras que reportó en su momento Biogás Doña Juana, la planta que construyó tiene la capacidad de reducir 800.000 toneladas de CO2, esto representó que fue considerado como el quinto proyecto más grande del mundo. Además, tenía la oportunidad de sostener 6.500 toneladas diarias que llegaban de basura al relleno. Finalmente, esta planta evita que salgan al ambiente los gases de efecto invernadero (que causan el calentamiento global) producidos por 6.300 toneladas de basuras depositadas allí diariamente.

La opinión

Pablo Márquez
Socio de Márquez, Barrera & Castañeda
“La idea del promotor es acercar a los acreedores y a los dueños de la empresa para salvar la compañía, esto es antes de la liquidación”.