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Se han repetido tantas veces las palabras combustibles y camioneros en los medios de comunicación, que se volvió un lugar común del paro transportador. Sin embargo, esta no es la única demanda de los camioneros.
La regulación de los fletes (precio del alquiler de un medio de transporte), revisión de las operaciones logísticas y flexibilización de los créditos hacen parte del paquete de peticiones que tienen los transportadores.
Los conductores exigen que el Gobierno fije los criterios para que las tarifas del transporte de carga sean controladas. Según Alejandra Baquero, presidenta de ATC, hay rutas en dónde se gastan 70% del flete, por ejemplo, por una carga de Bogotá a Barranquilla se paga $2.400.000 y se gasta en el transporte $1.991.800 (gasolina y peajes). Regular esto, de acuerdo con la variación del mercado, sería para los transportadores armonizar las relaciones entre contratación y prestación del servicio.
El Gobierno también tendría que revisar las operaciones logísticas. Un conductor que carga la mercancía en Bogotá demora tres días en llegar a Barranquilla y gasta en promedio $60.000 diarios (entre alimentación y hospedaje). En la ciudad, distrito portuario, se gasta de dos a ocho días en descargar y volver a cargar. Pedro Aguilar, presidente de la ACC, piensa que esta operación es inhumana. “No es justo que después de tres días de trasnocho a un conductor lo dejen esperando ocho días para cargar mercancía, además, por exigir respeto, lo vetan y llegan a sus casas sin dinero”.
Por otro lado, el cambio del parque automotor de carga obligó a los camioneros a renovar los vehículos. Un tractocamión puede costar entre $100 millones hasta $500 millones (con esto se puede comprar una casa estrato seis o cinco en Soacha), es así que, como la mayoría de personas que empiezan su negocio, los empresarios recurrieron a la banca. Ahora, los transportadores están endeudados en un 80% de su patrimonio. “No pedimos que nos condonen los créditos. Ni más faltaba sino que nos den un período de gracia para pagarlos. La coyuntura no nos permite aportar a los créditos y la mayoría de los transportadores están de brazos cruzados, sin poder hacer nada”, dijo Baquero.
En el Eje Cafetero los voceros de los camioneros señalaron que el cese de actividades continúa y que la orden desde la ACC es no mover ni una tonelada, hasta lograr un acuerdo con el Gobierno Nacional. Según dijo el presidente de la ACC en Risaralda, Juan Pablo Martínez, los camioneros se volverán a agrupar en los puntos de concentración, que el fin de semana fueron despejados. En el caso de este departamento estarán en el sector de La Romelia, en la vía que de Pereira va a Medellín y Manizales y en Cerritos, entre Pereira y Cali. También están concentrados en la vía entre Manizales y Bogotá.
La parálisis camionera tiene en una situación compleja a la industria del Eje Cafetero que la semana pasada pidió la intervención del Gobierno al registrar millonarias pérdidas por no poder mover ni insumos ni producto terminado. Aunque la situación tiende a normalizarse, luego de que los camioneros se retiraron de los puntos de concentración, los empresarios siguen temerosos de que se impida nuevamente el transporte de carga, de prolongarse las negociaciones entre la ACC y el Gobierno. Al cierre de esta edición estaban reunidas las partes para lograr un acuerdo sobre las distintas peticiones que tienen los transportadores. Hasta nueva orden no se levantarán los bloqueos.
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