Se trata del dirigente cafetero caldense Mario Gómez Estrada, el más antiguo en el Comité Nacional de Cafeteros, quien en una carta dirigida a la Federación reconoció que mientras la institucionalidad no tuvo éxito en convencer al Gobierno para obtener mayores subsidios ante la gravedad del problema de ingreso del sector, sí lo hicieron con vías de hecho las bases cafeteras o la disidencia, como las llamó, con las que finalmente el Gobierno Nacional negoció un acuerdo.
Gómez también reconoce que hay un descontento de la dirigencia cafetera regional con el manejo que se ha dado a la institución desde la cúpula directiva de la oficina central.
Así mismo, calificó de cicatera la posición del Gobierno cuando se sentó a negociar con la institucionalidad y dijo que les puso límites fiscales y hasta constitucionales para acceder a más recursos, situación que no puso sobre la mesa con los promotores del paro.
“La posición negociadora del Gobierno con nosotros como institucionalidad, hay que decirlo con franqueza, fue cicatera y con mención permanente de infranqueables límites fiscales y hasta constitucionales. Sobra decir que tales límites no existieron en la otra mesa con los resultados conocidos e inobjetables”, dice Gómez Estrada, quien fue por más de 25 años el representante de Caldas en el Comité Nacional de Cafeteros.
Señala que el Gobierno menospreció el problema cafetero y no hizo caso de las alarmas del año anterior, y los productores se sintieron abandonados, “por lo que aconsejados principalmente por personas que nada tienen que ver con la caficultura, algunos optaron por las vías de hecho que terminaron en actos inimaginados de violencia que nunca terminaremos de lamentar”.
Gómez asume, teniendo en cuenta la forma como el Gobierno negoció el auxilio, que quienes representan la institucionalidad hoy no gozan de la plena confianza del Gobierno y que por lo tanto “estamos en la incapacidad de cumplir la más importante de nuestras funciones cual es administrar conjuntamente con el Gobierno el Fondo Nacional del Café y la política cafetera nacional e internacional de Colombia”, sostuvo.
Incluso Gómez va más allá y argumenta que quien triunfa, en este caso los promotores del paro, tiene derecho a que se les reconozca con hechos reales y concretos, su participación en las decisiones mayores del gremio por la vía electoral “más si se trata de una disidencia que fue escogida por el Gobierno mismo para dialogar, discutir y solucionar el paro”.
Por lo anterior Gómez Estrada presentó su carta de renuncia irrevocable a sus funciones como miembro del Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros y del Comité Nacional de Cafeteros.
Por otro lado el Comité de Cafeteros de Caldas, que venía manifestando amplia inconformidad por la falta de liderazgo mostrado por el Gerente General de la Federación, Luis Genaro Muñoz, con el manejo de la crisis del sector, con las peticiones al gobierno y por su incapacidad de interlocución en el reciente paro cafetero, se reveló y le quitaron el respaldo a Muñoz, a quien pidieron su renuncia.