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El senador Jorge Enrique Robledo parte de un asunto que a su juicio es clave: el café no ha perdido importancia en la realidad nacional, es el jalonador del 30% del empleo rural y sigue siendo muy importante en la generación de demanda interna.
Por ello, indica que en la actual crisis de la caficultura los subsidios son una necesidad imperiosa. “No existe una economía agraria en el mundo que no esté montada sobre una dosis de protección del Estado. No existe industria sin que el Estado no la proteja. Entonces no nos impresionemos porque el Gobierno colombiano pone subsidios. No los satanicemos”, sostiene.
Robledo indica que Brasil acaba de establecer un precio fijo “y va a sostener la economía cafetera a punta de Estado y le van a poner lo que tengan que ponerle y la historia del café brasileño es la historia de la protección del Estado”
El senador se preguntó: “¿cómo estaríamos sin los subsidios que se lograron con los paros cafeteros? Esos paros solo se pudieron hacer llevándole la contraria al doctor Luis Genaro (Luis Genaro Muñoz, gerente de la Federación de Cafeteros). El debate en Colombia es si se quiere que haya agro, industria o si quieren especializar al país en minería, sí o no. Ahora, si queremos agro e industria vamos a tener que controvertir del todo con los tratados de libre comercio y aprobar subsidios e intervención del Estado y todo lo que está prohibido”.
El parlamentario se refirió además a que los costos de producción no dependen del cafetero.
“La mayoría de la estructura de costos de un negocio no la define el empresario o el campesino sino que los costos vienen de afuera. Por ejemplo, los precios de los combustibles, ese precio cuenta en la economía cafetera y no lo definen los productores. La revaluación es mortal, pero tampoco la maneja el cultivador. Entonces mi pleito es que los precios principales del negocio cafetero los define el Gobierno, y es él el que quiebra los cafeteros, pero le quieren echar la culpa a los productores”, sostuvo.
Robledo insiste en que si no se sale en auxilio de los cafeteros se hunde esa economía “y si no es el Estado con subsidios, pregunto, ¿quién lo atiende?”.
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