Misión favorece intereses de multinacionales: Federacafé

El gerente de la Federación, Luis Genaro Muñoz Ortega, criticó el informe y en una carta a los agremiados, escribió: “la misión encabezada por el economista Juan José Echavarría divulgó un extenso informe preliminar en el cual la imprecisión, el sesgo ideológico, el creer que al dividir una estructura se fortalece, desconoce con total impunidad la solidez y el arraigo de la institucionalidad cafetera y en particular el valor que para los cafeteros tienen, entre otros activos, los bienes públicos sectoriales como la garantía de compra, el Servicio de Extensión y el valor de la calidad y la diferenciación del café colombiano”. 

Este diario se comunicó con Echavarría, pero evitó profundizar en las apreciaciones del dirigente gremial, no obstante señaló que “es muy mal hecho de Luis Genaro, porque hay un informe que se le entregó a la gente de la comisión en el cual se advertía que era preliminar y que no se podía citar”. 

Mientras tanto, Muñoz enfatizó en que “la errada apreciación del informe, coincide con el clamor de algunas multinacionales que pretenden remover el obstáculo de la Federación que no les ha permitido colocar el precio que quieren de la cosecha, en claro perjuicio del pequeño productor, como lo hacen en el resto de los países de América, donde no hay Estado en el mercado”. 

Algunas recomendaciones 

El documento preliminar, en uno de sus apartes, sugiere la escisión de la Federación y propone crear una empresa comercial de propiedad de los cafeteros, separada patrimonial y gerencialmente de la Federación y del Gobierno. 
La idea es que la compañía opere en condiciones comerciales, sin subsidios ni tratamientos tributarios especiales y sería propiedad de los productores cafeteros. 

El texto explica que “subsistiría la Federación como organización gremial con los mecanismos actuales de representación democrática. De sus funciones actuales conservaría, sin embargo, sólo la de ejecutor de los programas para la transformación productiva delegada por el Gobierno”. 

Ante esas proposiciones, Muñoz insiste en que no puede haber duda sobre la disposición de cambio que existe en la agremiación. “Estamos abiertos a corregir, a ajustar, pero no a contemplar impávidos desde adentro cómo se quiere derrumbar el edificio”. 

El dirigente aseguró que los miembros de la misión y el Gobierno tienen en sus manos la respuesta institucional, redactada sin pasión pero de forma sólida, técnica, seria y clara, y en la cual se ejemplifican los graves errores de diagnóstico en que el informe previo ha incurrido. 

“Esperamos que la estudien con juicio y la analicen con diligencia y a su vez preparen su documento definitivo el cual discutiremos con el rigor, la ecuanimidad y la firmeza que nos caracteriza”, añadió. 

Entre las reformas indispensables también figuran que las exportaciones de café sean desreguladas y los exportadores queden sujetos solamente a los requisitos generales que se exigen a todo exportador, así como que el Comité Nacional de Cafeteros no se mantenga como el responsable del diseño de la política cafetera. 

La Misión de Ajuste Institucional de la Caficultura de 2002 recomendó la separación de las funciones de comercialización y de regulación de la Federación y el Fondo Nacional del Café, y aunque se hizo una separación contable, las dos actividades se siguieron realizando por la misma entidad, con un conflicto de intereses que, nuevamente se insiste, afecta desfavorablemente las condiciones de competencia de la actividad cafetera en Colombia. 

La garantía de compra, mecanismo, defendido a ultranza por la Federación, pues le brinda a los cafeteros la posibilidad de vender su café de forma permanente, confiable, en lugares cercanos a los centros de producción y de contado, también fue cuestionado por la misión. 

Para los expertos responsables del estudio, en ese escenario dicha garantía no tendría que ser una preocupación de política pública, a menos que se considere adecuado dedicar recursos a mantener artificialmente actividades que no son privadamente rentables. “Si esta es la función principal de la garantía de compra, el instrumento debería dejar de existir”. 

Además, se señala que el mercado del café en Colombia es altamente competitivo. “Las cooperativas patrocinadas por la Federación pagan más que los agentes privados, en parte porque reciben un subsidio para dicho propósito”. 

El fondo nacional de café 

Los analistas observaron que los ingresos del Fondo Nacional del Café han sido sistemáticamente insuficientes para cubrir los gastos operacionales y aseguran que para cubrirlos se requeriría duplicar la contribución de seis centavos de dólar por libra de café exportada o reducir el gasto. 

Adicionalmente, las proyecciones realizadas sugieren que seguirá existiendo déficit operacional de la función institucional a lo largo de los próximos siete años, con un valor presente neto que oscila entre 368.000 y 460.000 millones de pesos. 

Para el gerente de la Federación, “es una verdadera lástima que el esperanzador mandato de un documento del Consejo Nacional de Política Social y Económica (Conpes) y la decidida voluntad del presidente Santos por fortalecer la caficultura, expresada en los logros estructurales de los últimos años y además con apoyos económicos jamás recibidos antes, haya terminado en las páginas preliminares del mencionado economista (Juan José Echavarría), en donde además se hacen unilaterales juicios de responsabilidad retrospectivos, a la manera de pasar viejas cuentas de cobro, lo que además de injusto es poco elegante, por decir lo menos”. 

El informe preliminar se presentó en octubre pasado, en un seminario programado en el auditorio de la Universidad del Rosario, en Bogotá.