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“Logramos que la vivienda se descentralizara en el país con este programa en donde hicimos proyectos en más de 120 municipios”, relató el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao.
La apuesta por los programas de vivienda fue la misma que impulsó en 2009 el presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, con el programa bandera “Mi casa Mi vida” en el que se invirtieron 217 millones de reales (US$58,2 millones) y que permitió la entrega de 1,7 millones de casas. La diferencia de la experiencia brasileña con la colombiana, en una parte, se explica porque el Gobierno de Dilma Roussef debió anunciar un recorte presupuestal en septiembre pasado por la situación financiera del país lo cual dejó al programa cojo.
En Colombia, en cambio, el Gobierno Nacional saca pecho al señalar que, en medio del contexto de desaceleración, la construcción ha permitido ser la locomotora que jalone la actividad productiva en el país.
“Con los nuevos programas se están beneficiando 30 sectores porque movemos cemento, concreto, asfalto, vidrio, madera y otros insumos que genera la industria y por eso lidera este sector el crecimiento económico”, anotó el ministro de Vivienda.
Sin embargo, LR le consultó al jefe de la cartera por la sostenibilidad de los proyectos de urbanización. En ese punto, Henao señaló que “nos preocupa mucho el tema de sostenibilidad de los programas que en el Presupuesto General hay un artículo para poder hacer inversiones sociales. Estamos construyendo 27 colegios y dentro de la sostenibilidad 60% de las personas que contraten tienen que ser de esos proyectos que además les servirá para tener educación más cerca”.
Lo que busca el Gobierno es que varios de los proyectos de construcción que se realice alrededor de las urbanizaciones cuente con la mano de obra de las comunidades que habitan el sector.
También se está buscando programas de bancarización que les permitan a los habitantes de los proyectos de vivienda acceder a los productos financieros.
Adicionalmente, entidades como el Departamento de la Prosperidad Social (DPS) y la Agencia Nacional para la Superación de Pobreza Extrema (Anspe) puedan focalizar las inversiones debido a que la población vulnerable terminó concentrándose en las urbanizaciones de los programas gratuitos. “Eso nos hace más eficientes”, concluyó Henao.
El asterisco de la expansión urbana
Muchos de los proyectos de las 100.000 viviendas se han realizado en grandes áreas que han llevado al crecimiento territorial de municipios. En el panel sobre infraestructura en las ciudades que se desarrolló en el Congreso de Infraestructura, el alcalde electo de Cali, Maurice Armitage, criticó el modelo de desarrollo de alargar ciudades y poner, según el burgomaestre, a los ciudadanos de menores recursos a vivir más lejos de los centros urbanos. “Se debe pensar en la densificación de las ciudades porque no podemos construirlas para que los pobres vivan más lejos”, dijo.
La opinión
Luis Felipe Henao
Ministro de Vivienda
“Nos preocupa mucho el tema de sostenibilidad de los programas por eso es vital hacer inversiones sociales en varios frentes”.
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