Los siete pecados del Gobierno en la lucha contra la fiebre chikungunya

A pesar de que las organizaciones internacionales advirtieron y dieron protocolos de respuesta contra el virus chikungunya, el Gobierno no previó la situación, el presidente de la República, Juan Manuel Santos trató de minimizarla, las autoridades no desalojaron los pueblos que estaban junto al río y no tuvieron listos los planes para no sobrecargar los laboratorios.

Estos hacen parte de los siete pecados que según los expertos cometió el Gobierno contra los casos de fiebre chikungunya. Entre los que también se encuentran reaccionar de manera tardía, no contar con los recursos ni enviarlos con antelación a los pueblos y por último, aumentar la importación y producción de medicamentos.

Colombia ya ha reportado a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 578 casos autóctonos confirmados, 26 casos importados y 3 muertes por este virus. Sin embargo, se ha hablado de más de 75.000 personas infectadas.

Para el presidente de la Asociación de Pacientes de Alto Costo, Néstor Álvarez, el Gobierno tuvo una reacción tardía con las campañas educativas. “Yo creo que esto se debió en gran parte a la falta de experiencia de los funcionarios públicos en el área de la salud y de las epidemias junto con los intereses comerciales”.

La enfermedad se ha concentrado principalmente en los departamentos de Norte de Santander, Bolívar, Sucre y La Guajira, los cuales tienen los mayores casos confirmados por clínica de chikungunya.

El Instituto Nacional de Salud (INS) reportó también que los departamentos con los mayores casos sospechosos están en Antioquia, Magdalena, Tolima, Atlántico y Sucre.

Mientras que algunos municipios de Sucre, Córdoba y Tolima han visto limitada la distribución de acetaminofén para controlar el virus. Incluso el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, le aseguró a los medios de comunicación que había problemas de distribución en Lorica y Cereté (Córdoba).

Las droguerías también se están quedando cortas con la Tiamina y los centros comerciales con pocos repelentes, que ayudan a prevenir la picadura de los insectos. “El Gobierno no quería ver afectada la temporada de turismo y vemos las consecuencias al incrementar los costos de la salud. Fuimos reactivos”, agregó Álvarez.

No obstante, el ministerio de Salud asegura que se está preparando desde 2010, cuando el Instituto Nacional de Salud (INS) obtuvo el certificado en su capacidad de laboratorio para hacer diagnóstico de la enfermedad y que después, en 2012, se distribuyó la guía internacional de preparación ante posible introducción del virus.

El plan más fuerte del Gobierno fue el año pasado cuando se emitieron directrices de vigilancia y respuesta para Entidades Territoriales, Prestadores de Servicios de Salud y Aseguradores (lineamientos para vigilancia, laboratorio, acciones de salud pública, y adecuación de prestadores y EPS).

Olga Lucía Zuluaga, presidenta de la Asociación Colombiana de Empresas Sociales del Estado y Hospitales Públicos (Acesi), cree que desde un principio el Gobierno no pensó que la enfermedad fuera a llegar al país y que realmente no se tomaron medidas con antelación, justo cuando el virus se estaba incrementando en otros países. “No se fortalecieron los municipios, sobretodos aquellos que no contaban con recursos suficientes”.

Rodrigo Córdoba, experto en salud, piensa que de alguna manera la situación se ha exagerado. “Hay una responsabilidad compartida. Lo que hay que hacer es un proceso cultural, para que se pueda manejar de manera adecuada”.

Si se compara con la región, Colombia ocupa los primeros lugares de contagio junto con Brasil. Venezuela le sigue con 2.303 casos autóctonos y 70 casos importados. Ecuador tiene tres casos locales y 7 importados y finalmente, Perú tiene 11 casos que fueron introducidos al país.

Hablan de disponibilidad de acetaminofén
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) cuenta con un listado de 141 registros sanitarios vigentes del medicamento, aseguró Fernando Ruíz Gómez, el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, quien dio un parte de tranquilidad sobre la accesibilidad al medicamento. “Puede suceder en un municipio pequeño el número de casos de la enfermedad crezca y por tener pocas farmacias podría existir algo de desabastecimiento y ya estamos actuando sobre esta situación”, dijo.

La opinión

Olga Lucía Zuluaga
presidenta de acesi
“No se fortalecieron los municipios, sobretodo aquellos que no contaban con recursos suficientes y claramente no empezarona tiempo las fumigaciones”.