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Los expertos aseguran que las pensiones más altas no deben tener subsidios y que el aumento de edad de jubilación es inevitable
Uno de los grandes retos económicos que va a enfrentar el próximo Gobierno en Colombia va a ser una reforma al sistema pensional. El país cuenta con un acceso pensional ineficiente, menoscabado también por las altas tasas de informalidad que no contribuyen para que la población de la tercera edad cuente con los recursos para su manutención una vez deja de hacer parte del mercado laboral.
Carlos Sepúlveda, decano de economía de la Universidad del Rosario, sostiene que el tema pensional es un problema estructural y se debe llevar a cabo una gran reforma para encontrar un sistema universal que sea justo con todos.
“Más allá de lo que el nuevo presidente deba hacer en el corto o largo plazo, creo que quien sea el próximo mandatario no tendrá la capacidad de proponer totalmente una nueva estructura pensional, pero podría corregir las inequidades que hoy se presentan dentro del Régimen de Prima Media”, aseguró el experto.
Cecilia López Montaño, economista y presidente de Cisoe, aseguró que el reto para un próximo Gobierno es grande por cuanto “hay una bomba pensional”. La experta afirma que deben analizarse las dos caras cuando se habla de pensiones. La primera tiene que ver con la cobertura activa, que es el porcentaje de trabajadores que cotizan para una pensión; la segunda es la cobertura pasiva que calcula el porcentajes de ciudadanos en edad para tener una pensión reconocida.
“Hay que hacer una reforma pensional más adelante, favoreciendo a las personas más necesitadas, pero respetando los derechos adquiridos de quienes están próximos a jubilarse”.
“El tema de las pensiones es uno de los mayores problemas fiscales y de equidad que enfrenta y enfrentará Colombia, por lo menos, durante los próximos 100 años”.
Sepúlveda añadió que el próximo mandatario podría trabajar en garantizar un primer piso a todos los adultos mayores para evitar problemas graves como la pobreza extrema y el hambre, a la vez que se van corrigiendo los problemas estructurales. “No tenemos un sistema pensional óptimo: es una estructura desigual porque quienes se pensionen en rangos de altos ingresos reciben un subsidio por parte del Estado, específicamente aquellos que pertenecen a los fondos públicos. La manera en que se calcula la pensión es alrededor del promedio de ingresos de los últimos diez años y esto no corresponde a lo que el trabajador aportó a lo largo de su vida”, dijo el experto.
Sobre el aumento de la edad de pensión, López puntualiza que se trata de un tema inevitable. Las propuestas en ese sentido buscan aumentar la edad a 65 años para hombres y 62 años para las mujeres. Según López, dicho aumento no se puede efectuar inmediatamente ni puede cubrir a la población que tiene ya derechos adquiridos, sino a ciudadanos que todavía tienen la aspiración de alcanzar una pensión. “Son decisiones a mediano plazo que deben realizase muy lentamente”, dijo.
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