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Pero, mientras eso pasa, son varias las regiones que deberán enfrentarse a un incremento de lluvias, lo que pone en alerta los niveles de los ríos como el Magdalena, el Cauca, que ya ha tenido desbordamientos, junto con el río Bogotá, que a diferencia de La Niña de 2011, por ahora no ha generado inundaciones en las zonas aledañas.
La razón, de acuerdo con Néstor Franco, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) tiene que ver con las inversiones que se han hecho en torno al río, las cuales han permitido dar tranquilidad en la región.
Franco explicó a LR que “son estas inversiones, por cerca de $300.000 millones, las que han evitado los desbordamientos del río, sin contar los recursos de la planta de tratamiento de aguas residuales del Salitre, por US$430 millones”.
Esta inversión está dividida en los $200.000 millones que ya fueron destinados para las obras hidráulicas en la cuenca media, mientras que los otros $100.000 millones se están ejecutando actualmente y constan de obras en la cuenca alta, es decir, en los municipios de la sabana al norte de Bogotá.
A pesar de que el Ideam mantiene bajo alerta roja este afluente, sobre todo en sus cuencas media y baja, por cuenta de “los incrementos súbitos muy altos los cuales tienen al cauce principal del río Bogotá en ascenso”, el director de la CAR destacó que en esta temporada de lluvias “ha llovido de forma superior al pico que se registró en el fenómeno de La Niña de 2011 y no tuvimos un incidente”.
“El día de ayer tuvimos 220 metros cúbicos por segundo, que fue más del doble que lo que se descarga normalmente y no tuvimos accidentes, ni desastres”, reconoció Franco, mientras explicó que los problemas que se vieron el fin de semana en Bogotá, con inundaciones en las principales vías de la ciudad correspondieron a “los incidentes del sistema de drenaje urbano”.
La red de alcantarillado de la ciudad colapsó con las precipitaciones que rompieron récord histórico el fin de semana, según las cuentas de la Alcaldía Mayor, que reportó 36 milímetros en 40 minutos, aunque la evacuación del agua acumulada fue rápida, hecho que destacó el director de la Unidad para la Gestión del Riesgos de Desastres (Ungrd), Carlos Iván Márquez.
El funcionario señaló que hoy las ciudades están mejor preparadas para atender situaciones climáticas y que hay mayores recursos y equipos.
“Lo de Bogotá fue solucionado en pocas horas, esto en cualquier otro momento, hace ocho o seis años no se hubiera visto tan rápido, se mantienen los mecanismos de limpieza que se han dado en gran parte y se ha reaccionado rápidamente, normalidad de acuerdo al impacto”, dijo Márquez.
No solo Bogotá tiene encendidas las alertas por cuenta de la temporada invernal que afronta el territorio. El río Cauca se desbordó este fin de semana, impactando el sur de Cali y algunas vías de acceso a la capital del Valle.
El río Magdalena también tiene alerta roja, pues hay persistencia de lluvias en los ríos secundarios que lo nutren, hecho que debe ser vigilado.
La opinión
Néstor Franco
Director de la CAR Cundinamarca
“Pese a dos meses de intensas lluvias, no ha habido percances, el río se porta de manera adecuada y no se comprometen vidas o bienes”.
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