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Proyectos de transmisión en vilo por falta de licencias
La Anla afirmó que la aceleración en los licenciamientos ambientales depende de pronunciamientos de otras entidades
El Grupo Energía Bogotá, GEB, avanza con una serie de proyectos para fortalecer las líneas de transmisión eléctrica en la Sabana de Bogotá. Estos, no solo tendrían impacto en la capital, sino también en las zonas aledañas ya que pasan por Cundinamarca y por Boyacá.
A pesar de ello, no se han concluido debido a demoras en los procesos de licenciamiento ambiental; esto no se debe precisamente a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, sino al Ministerio de Ambiente, que no ha dado luz verde, según lo manifestó una de las filiales del Grupo de Energía.
“Lo que ya está sucediendo para proyectos muy grandes es que se está negando la disponibilidad del servicio. Hay iniciativas que en la Sabana de Bogotá están teniendo una respuesta negativa en la disponibilidad de servicio porque no se les garantiza la energía a mediano plazo”, indicó Fredy Zuleta, gerente de Enlaza, filial de GEB.
En cuanto a los racionamientos programados por falta de oferta de energía eléctrica, Zuleta señaló que, si bien actualmente no se están presentando, existe el riesgo que este tipo de medidas comiencen a implementarse el próximo año, y existe una alta probabilidad en 2027, en caso que los proyectos no entren en operación.
Las iniciativas incluyen el Proyecto Norte de 230 kilovoltios, el cual contempla una línea aproximada de 162 kilómetros. Comienza en la subestación Bacatá (localizada en Cundinamarca) y atraviesa municipios como Tenjo, Subachoque, Tabio, Zipaquirá, Cogua y Nemocón, hasta llegar a la subestación Norte de 500 kilovoltios. Posteriormente, cruza por el departamento de Boyacá hasta alcanzar la subestación Chivor de 230 kilovoltios, y finalizaría en la nueva subestación San Luis, también de 230 kilovoltios.
Otro de los proyectos es el de Sogamoso, de 500 kilovoltios, el cual comienza en la subestación Bacatá y se extendería hasta la nueva subestación Norte. Luego, atravesaría municipios boyacenses como La Cepilla, Tenza, Sutatenza, Garagoa, Macanal, entre otros, hasta llegar también a la nueva subestación San Luis. Como lo mencionó Zuleta, estos proyectos no deben pensarse por separado, sino que forman parte de una red que fortalecería el sistema eléctrico de la zona.
Para entender la magnitud del proyecto, la línea Sogamoso-Norte de 500 kilovoltios podría transportar 80% de la energía eólica y solar que se produciría en La Guajira, al norte del país.
La autoridad señaló que estos proyectos no se encuentran suspendidos por causas atribuibles a su jurisdicción, sino que están a la espera de decisiones y pronunciamientos por parte de otras entidades, específicamente del Ministerio de Ambiente.
Uno de los ajustes que demoraron el trámite de licenciamiento fue el cambio de ubicación de la subestación en Gachancipá, que unía a Sogamoso y el Proyecto Norte, pero el Tribunal de Cundinamarca ordenó que tuviera una ubicación diferente a la original.
Con lo cual, Enlaza realizó modificaciones a la licencia ambiental hasta lograr que el nuevo punto fuera en Sesquilé, zona que fue aprobado por la Anla, expresó Zuleta. Pero también dijo que el Ministerio de Ambiente no ha emitido la sustracción, fase necesaria para intervenir áreas restringidas.
Es por ello que la Anla señaló que se están definiendo rutas para desarrollar acciones conjuntas que aceleren los procesos, los cuales dependen de decisiones de otras entidades públicas. Luego, agregó que recientemente sostuvo una reunión con el Ministerio de Ambiente para acordar acciones orientadas a este objetivo, con el fin de fortalecer el sistema eléctrico y garantizar el abastecimiento energético de Bogotá y su zona de influencia.
“Lo que va a pasar es que la demanda será superior a la capacidad de la región en generar energía. Mientras estos proyectos no lleguen, la energía que ahora tiene el centro del país no es suficiente para atender el crecimiento de la demanda de energía eléctrica”, enfatizó el gerente de Enlaza.
Juan Ricardo Ortega, presidente de GEB, expresó que hay proyectos sin disponibilidad de energía en el norte y occidente de Bogotá. “Existen proyectos de datacenter que podrían generar impuestos y otros de vivienda en curso que no se terminan, porque no cuentan con disponibilidad de energía en la red existente”.
Sergio Cabrales, profesor de la Universidad de los Andes, dijo que se identifica un riesgo en la desatención de la demanda por retrasos en proyectos clave para el Sistema de Transmisión Nacional, STN.
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