Heladas y sequías podrían afectar hasta en 40% la producción de los alimentos

Entre diciembre y enero, el tiempo seco en regiones como la Caribe, Andina y Orinoquía hacen que en la madrugada baje la temperatura, que se sienten especialmente en el altiplano cundiboyacense y que, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) tienen en alerta a los dos departamentos.

Este fenómeno climático, con escalas inferiores a los cero grados, es especialmente riesgoso para los cultivos como el de la papa, cuya mayor producción se concentra en Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Tolima, Cauca y Norte de Santander.

“Hasta el 20 de enero calculamos que se sientan los efectos de un cielo despejado, baja vegetación y cambios de hasta 25 grados en la temperatura durante el día”, explica el gerente de la Fedepapa, José Manuel García, gremio que calcula pérdidas en rendimiento que oscilan entre 10% y 40%, afectando los ingresos de los agricultores y la oferta del producto en los mercados.

Por una situación similar atraviesa la ganadería para leche, dado que las heladas acaban con la disponibilidad de pasturas, principal fuente de alimento de los animales. La Asociación Nacional de Productores de Leche (Analac) se encuentra realizando un sondeo que determine el tipo de afectación que podría darse en la producción y diseñando una serie de medidas para minimizar el impacto pues la situación se complica más dado que la mayoría de los productores no ensila (proceso de conservación del forraje basado en una fermentación láctica).

Los floricultores, por su parte, en el pasado han enfrentado caídas de entre 5% y 15% en la producción por las heladas, por lo que han implementado planes de contingencia como acceso a la red meteorológica Ceniclima y medidas como almacenamiento de calor, calefacción y el riego por aspersión, según Asocolflores.

Aunque no todos los años se presentan heladas, su frecuencia y severidad es mayor durante el Fenómeno del Niño, una situación que el Ideam viene advirtiendo desde el año pasado y que alcanza una probabilidad de 75%.

En esas fechas, el cultivo de papa podría verse afectado de nuevo dado que los incrementos en temperatura y la sequía que caracterizan a El Niño se cruzarán con la tan esperada temporada de lluvias de abril a mayo dejando el cultivo expuesto a ataques de plagas y enfermedades. Las recomendaciones incluyen hacer reservorios, sembrar en las zonas más húmedas del terreno, asegurar y monitorear el cultivo.

El acuícola es otro sector en riesgo, pues desde hace meses viene disminuyendo sus densidades de siembra para no perjudicarse con la caída en al agua disponible, “algunos productores también implementaron sistemas de oxigenación mecánica”, explicó Sandra Patricia Bonilla, directora de Fedeacua.

En igual situación se encuentran los cafeteros. Según Huver Posada, líder de Extensión Nacional, gracias a la red climática cafetera, que cuenta con más de 200 estaciones, se tiene a diario reporte de las variaciones y se hacen advertencias para que los productores realicen monitoreos permanentes. "De El Niño nos preocupa el cultivo en las zonas bajas porque puede desatar una plaga de broca. Venimos con antelación trabajando con el servicio de extensión para tomas las medidas preventivas necesarias", indicó. Entre las recomendaciones están: cuidar las reservas de agua, no hacer mal uso de ellas, no fertilizar y no controlar la maleza.

Al respecto, el Ministerio de Agricultura divulgó un comunicado en el que aseguró estar vigilando el abastecimiento y los precios de los alimentos en las principales centrales mayoristas del país, pues descarta que estos fenómenos climáticos tengan repercusiones en ambos aspectos y dio un parte de tranquilidad.

Sin embargo, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, piensa que la oferta de alimentos será alta y que si hay variaciones en el precio es por otras variables.

Embalses listos para la sequía El nivel de los embalses en la región Caribe, Antioquia y Oriente a la fecha se ubica por encima de 70%, lo que les da herramientas para enfrentar la sequía. A pesar de que en la zona Centro apenas supera 60%, Bogotá está en 10% por encima de esa capacidad, lo que garantizaría el suministro. Otra medidas adoptada es la continuidad en las sanciones a los derrochadores de agua, también se diseñó una cartilla meteorológica “para que los alcaldes creen planes de contingencia como buscar fuentes alternativas”, dijo el ministro de Vivienda.

Juan Manuel
Gerente de Fedepapa
“La papa es 85% agua, en sequía pierde hasta 15 gramos de su peso, lo que es castigado con el precio que se paga a productor”.

Omar Franco
Torres Director del Ideam 
“Con 75% de probabilidad de El Niño y su coincidencia con la temporada menos lluviosa, el impacto será muy fuerte, pues no tenemos reservas de agua”.

Rafael Mejía
Presidente de la SAC 
“Cuando se presentan variaciones en la oferta y precio de un producto hay que mirar su casi particular, no achacar la variación a El Niño”.