“Hay que ser muy cuidadosos con el cambio de las reglas de juego en minería”

Minería a Gran Escala es un gremio nuevo, con tres años de existencia, que se conformó con 13 empresas y la expectativa de crecimiento sectorial.

Esa perspectiva de positiva cogió ‘fuera de base’ no solamente a el sector público, sino también a el sector privado. Sin embargo, debido a la confusión que genera la actividad minera, este gremio buscó empresas que por el tamaño de sus proyectos en Colombia o sus matrices en el exterior, se diferencian por ser unas compañías comprometidas con la minería responsable y que implementa buenas prácticas.

Al Paredón habló con Claudia Jiménez, representante del gremio Minería a Gran Escala sobre este tema.

¿Qué tipo de minería se hace en Colombia?
Colombia no es un país minero y mucho menos de talla mundial. Tiene una vocación con minas desde la prehistoria, pero no se ha desarrollado un empresariado o industrias mineras en el estricto uso de la palabra.

Para Colombia representa dos puntos del PIB, pero en Chile el sector minero representa 15%; en Perú, entre 10% y 12%. Luego, si nos comparamos con otros países Colombia no es un país minero, no estamos en el boom minero y lo que tenemos es una gran expectativa de crecimiento.

¿Cómo ve el Banco Mundial y otros organismos multilaterales lo que esta pasando en Colombia?
Desde el punto de vista del potencial minero, Colombia esta dentro de los top 10, es decir Colombia es un país interesante para el destino de la inversión de la actividad minera. No obstante, Colombia tiene una institucionalidad de transición y eso no se le escapa al inversionista internacional.

Hay que ser muy cuidadoso con ese fortalecimiento, y esos cambios en las reglas de juego, esta muy bien fortalecer la institucionalidad, pero de pronto no hacer todo al mismo tiempo.

¿Cuales son esas grandes decisiones que toman los empresarios cuando piensan en entrar a Colombia?

Colombia es atractiva desde el punto para invertir por la seguridad, si usted mira se disparó mucho la inversión en el sector extractivo en su conjunto cuando el país se volvió más seguro. El segundo, el potencial del subsuelo, a penas conocemos un poco, 50% del potencial geológico. Esa falta de información sobre el territorio es una oportunidad para un inversionista.

Tercero, la madurez, la solidez, la transparencia, y la eficiencia de las instituciones es un elemento clave para cualquier inversionista en cualquier sector, en Colombia estamos por lo menos en transición minera se refiere. Y cuarto, la serenidad del manejo macroeconómico, Colombia a diferencia de sus vecinos inspira confianza.

Uno siente que la gente que trabaja en la minería viven en una regulación cambiante y que no se ha completado...¿cómo ve esto en cinco y 10 años?
En cinco o 10 años Colombia tiene que tener una institucionalidad madura para poder acompañar el crecimiento de la industria formal. Colombia tiene que tomar la decisión de anclar parte de su desarrollo en la minería legal, y yo siento, muy personalmente, que la decisión no se ha tomado, tenemos una locomotora minera desde el plan de desarrollo, pero en las autoridades locales, el parlamento y organismos de control no pareciera que estuviese navegando en el mismo sentido.

¿Falta una política de estado?
Sin duda, en mediano y largo plazo, es una decisión de país, y cuando todos estemos de acuerdo que con ciertas condiciones y características la minería es un actor económico importante.

¿Hay, de alguna manera, una ‘desmovilización del minero ilegal’?
El Gobierno con ayuda de Minería a Gran Escala, lo está haciendo. La mayor cantidad de minería en número que tiene el país es informal, entonces la industria que yo represento ha decidido no ser diferente a esta bomba social en alianza con el Gobierno Nacional. En cuatro de nuestras empresas se están adelantando programas de formalización dentro de sus aéreas y 3.000 mineros hoy están en la formalidad, capacitados, bancarizados, con buenas prácticas. Además hay una minería ilegal, una extracción ilícita de minerales y los grupos al margen de la ley que se están financiando a través de este producto legal, eso es nuestro gran problema.

El gobierno está haciendo unos esfuerzos de lucha contra la extracción de minería ilegal, pero francamente creo que el país necesita unos hechos contundentes.

El otro tema espinoso para la industria son las licencias y el choque entre la empresa y las autoridades ambientales...

La actividad minera tiene unos retos importantes desde el punto de vista ambiental. Un proyecto que no prevea los costos, para prevenir, mitigar, restaurar, el impacto que tiene el medio ambiente, no es viable y por eso la mediana y la gran escala, es la buena manera de hacer minería en un país porque cuenta con los recursos financieros necesarios para esto.

¿Estos costos se deben asumir a de manera preventiva?
Hay tres conceptos, prevenir, mitigar, compensar, restaurar. Si se puede prevenir hay que hacerlo, si no se puede prevenir, pero sí neutralizar también, si es inevitable se debe compensar.

Por eso existen las compensaciones ambientales, pero ahí no para el asunto, se debe restaurar, así funciona la industria minera a nivel mundial y así funciona la industria minería a gran escala, con base en estándares internacionales.

Esa es la minería que es una oportunidad de desarrollo para el país, por eso es muy importante que la gente primero no confunda minas con petróleo, pero segundo, y tampoco, minera ilegal con minería formal, esto es un negocio, una industria y un sector que es una oportunidad para el país, que ve su reputación nivelada por lo bajo, nuestro propósito es que la reputación del sector minero vele por lo alto.