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El secretario de Agricultura de la región, Joan Sebastián Villabona, dijo que desde ahora los productores podrán cultivar cannabis como cualquier otra planta
La región de Santander la abre las puertas a la industria económica del cannabis con usos medicinales e industriales a través de un acto administrativo que reconoció y dio aprobación a los asociados de la cadena productiva del cannabis, para que desde ahora entre a hacer parte de los demás alimentos y productos de cultivo existente.
Con esto, los cultivadores campesinos, pequeños productores, universidades y asociaciones podrán cultivar cannabis en sus tierras tal y como se siembran cualquier producto autorizado.
Santander sería el segundo departamento del país en aprobar esta cadena productiva que antes solo estaba permitida para grandes empresas internacionales. A la fecha, en la región existen dos pruebas piloto de cultivo de cannabis medicinal, una en San Gil, con cerca de 1.000 plantas y otra en Piedecuesta, que esperan ser cosechadas para enviar los resultados a Bogotá y analizar los resultados de productividad.
Esto es posible gracias al Decreto 811 que otorgó un nuevo marco regulatorio a la industria del cannabis y extendió sus usos más allá del medicinal. Este contempla tres tipos de licencias nuevas. La primera es para el uso de siembra semillas para comercialización o entrega. La segunda es la licencia para cultivo de plantas de cannabis psicoactivo, con fines industriales; y la tercera, es para el uso de cannabis no psicoactivo para fines científicos, industriales, almacenamiento y disposición final.
De este monto, $3,78 billones fueron para el régimen contributivo y $3,35 billones se destinaron a la financiación del régimen subsidiado
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