Emisor está preocupado por su credibilidad con datos de inflación

Así lo dejó ver la minuta de la reunión publicada por el Banco Central colombiano este viernes y en la que además señala la que “en la actualidad, esfuerzos insuficientes para controlar una inflación alta o creciente muy probablemente redundarían en pérdida de credibilidad y, por consiguiente, en una desinflación posterior más costosa en términos de producción y empleo”.

La mayoría de miembros estuvo a favor del incremento de 25 puntos básicos de la tasa de interés (decisión que al final fue la tomada por el Emisor y ubicó el interés en 7,75%) motivados por el ajuste ordenado de la economía ante el nuevo escenario de bajos precios de petróleo y que permite el espacio adicional para el aumento. 

En cambio, un grupo de miembros de la junta estuvo a favor de mantener la tasa de interés en 7,50% y basó su posición en cinco puntos. El primero estuvo por cuenta de la desaceleración que ha tenido la demanda interna en el país. La segunda premisa viene del lado internacional en el que los miembros que apostaron a mantener la tasa evidencian un deterioro de la economía de los socios comerciales del país, lo que implica un golpe adicional de la demanda externa y su afectación a las exportaciones del país.

La reforma tributaria y la reducción del gasto por parte del Gobierno, contemplada en el Presupuesto General de la Nación de 2017, es el tercer punto por el que la demanda interna también resultará afectada.

Y mientras la inflación y el desanclaje de las expectativas fueron las razones que puso sobre la mesa el grupo para justificar el incremento de tasas, la tesis defendida para mantener la tasa de intervención se basó en que el incremento de los precios al consumidor fue originado por un nuevo choque de oferta explicado por el paro camionero. Por tal razón, los defensores de mantener la tasa de interés manifestaron que no se afectaban las expectativas de mediano plazo.

Finalmente, la discusión condujo a que el nivel de la tasa de interés es alto por lo que induce a la convergencia de la inflación en el horizonte de la política monetaria.