El desempleo en áreas rurales bajó y se ubicó en 4,9% en el trimestre, según el Dane

Esto es una reducción de 0,1 puntos porcentuales con respecto a la cifra registrada en el mismo mes del año anterior, que se ubicó en 9,8%. Con estos resultados trimestrales hay dos aspectos que valen la pena destacar: el primero, es que ya van cinco períodos consecutivos con la tasa de desempleo en un solo dígito; y el segundo, que este índice en los centros poblados y áreas rurales dispersas se ubicó en 4,9% durante el trimestre móvil (mayo-julio).

Esto es una caída de 0,5 puntos, lo que demuestra que en el sector rural está aumentando el número de ocupados.

Stefano Farné, director del Observatorio Laboral del Externado, destacó que en este mes se observó un aumento en la búsqueda de puestos de trabajo y agregó que la caída en la tasa de desempleo para las áreas rurales responde a que “en el campo ahora hay mejores condiciones de producción que en el pasado”.

Agregó que el principal efecto del proceso de paz es comenzar a mejorar la situación del campo. “La gente está dispuesta a trabajar más por las nuevas condiciones de seguridad”, afirmó el experto.

Esta opinión va en sintonía con las ramas de actividad económica que más ocupados registraron, según el informe del Dane. En primer lugar, está comercio, hoteles y restaurantes, con 6 millones de ocupados; le sigue servicios comunales, sociales y personales, con 4,3 millones; y finalmente, agricultura, caza, silvicultura y pesca, con 3,7 millones.

Estos tres grupos representarían 63,3% del total de la población ocupada, que en este período llegó a 22.073.000 personas.

José Roberto Acosta, economista y profesor del Cesa, precisó que aunque se nota la reactivación laboral en el sector agropecuario, sobre todo con la subida del dólar que genera la necesidad de mayor mano de obra, hay que mirar con detenimiento el origen de los nuevos ocupados en las áreas rurales.

“En este sector, si una persona se gana un jornal al día durante todo el mes, es considerada como ocupada”, aseguró el analista. Esta es la razón por la que la mayoría de los nuevos empleos se están generando en los trabajos que pagan por destajo.

El analista también detalló que hay que analizar con detenimiento el comportamiento del empleo en las ciudades principales. “Hay un deterioro en las ciudades, especialmente en los sectores de comercio y construcción, donde más se están perdiendo empleos y está siendo mucho más lento”.
Sube desempleo en ciudades

Contrario a lo que registra las áreas rurales, la tasa de desempleo en el trimestre móvil (mayo-julio) para las 13 ciudades principales y sus áreas metropolitanas se ubicó en 10,8%, un alza de 0,9 puntos porcentuales con respecto al mismo período de 2016, cuando la cifra fue de 9,9%. Esta cifra sigue estando por encima del promedio nacional y para Acosta también refleja la otra cara de la generación de empleo.

“De los 373.000 nuevos ocupados, 367.000 están en el segmento de empleos subjetivos”, lo cual representa que casi 90% de las personas están ejerciendo labores sin vocación de permanencia, donde probablemente “la informalidad sigue imperando”.

Las ciudades con las menores tasas de desempleo fueron Barranquilla (8,8%), Santa Marta (8,5%) y Bucaramanga (7,1%); mientras que las de mayor empleo fueron: Quibdó (16,6%), Cúcuta (16,3%) y Armenia (14,2%).

¿Cómo se comportaron los inactivos?

Para Mario Valencia, director de Cedetrabajo, las cifras presentadas por el Dane evidencian que el número de inactivos se ha incrementado. En julio este segmento llegó a 13,9 millones de personas, una variación de 1%.

Sin embargo, el incremento más alto lo presentó el empleo subjetivo con una variación nacional de 5,5%, cifra que para el analista demuestra que por la falta de reactivación productiva “no es extraño que la tasa de desempleo vaya a seguir aumentando” en los próximos meses.