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Las sequías seguirían incidiendo en el encarecimiento de las facturas, aunque los expertos sugieren que se modifiquen ciertos ítems para el cálculo del costo de la electricidad
La energía ha sido uno de los servicios que más le ha pegado al bolsillo de los colombianos en 2024. El Índice de Precios de Electricidad ha tenido una tendencia bajista en 2024, cerrando agosto en 15,2%, lo que quiere decir que se ha frenado el encarecimiento, pero el repunte del servicio es uno de los más altos de Latinoamérica.
La estructura tarifaria en Colombia se fija por el costo unitario de prestación del servicio (CU), que refleja el pago por kilovatio hora (kWh), cuyas variables son los componentes de generación, transmisión, distribución, comercialización, restricciones y pérdidas. Ese modelo es el que podría modificarse.
La generación es el costo de la compra de energía por parte de un comercializador, bien sea que la adquiera en bolsa o mediante contratos a largo plazo. Según Corficolombiana, esto es lo que más pesa en las facturas de energía (38%).
A esto le sigue el precio de distribución, lo que es el valor de transportar la energía desde el Sistema de Transmisión Nacional hasta el usuario final, que pesa 31% en las facturas.
“Es esencial priorizar la incorporación de nuevos proyectos de generación de energía y resolver los cuellos de botella en las iniciativas de fuentes solares y eólicas que se caracterizan por menores costos”.
Luego están los componentes de comercialización y pérdidas, cada uno pesa 11%. Por parte de la comercialización, hace referencia a la remuneración de los costos variables asociados a la energía, mientras que las pérdidas corresponden al valor de lo que el sistema no puede mantener, o vender.
Corficolombiana detalla que el CU no es el mismo en todas las ciudades, teniendo en cuenta que esas referencias están reguladas por la Creg, y que pueden variar de acuerdo a las empresas que operan en determinada región y a su situación de suministro, entre otras variables.
“Es fundamental diseñar un indexador que refleje de manera más precisa los costos de generación de energía. Este indexador debe estructurarse de tal manera que incentive las inversiones en el desarrollo y la mejora de la oferta de energía. Es esencial priorizar la incorporación de nuevos proyectos de generación y resolver los cuellos de botella en las iniciativas de fuentes solares y eólicas, que se caracterizan por sus menores costos”, explicó Andrés Gallego, analista de investigaciones económicas de Corficolombiana.
Gallego añadió que en los próximos meses se mantendrían los encarecimientos, todo depende de qué tanto estén expuestas las empresas comercializadoras a las compras en bolsa y del ritmo de recuperación de los embalses.
Colombia tiene un encarecimiento promedio anual de 12,8%, cifra superior a la media latinoamericana, 4,1%.
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