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La Anif dijo que la Agencia Nacional de Hidrocarburos evidenció una caída en la producción.
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Anif advirtió que actualmente se requieren medidas para la estabilización del sector, que sigue siendo un rubro importante dentro de la política de presupuesto público
Para la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, el sector petrolero está atravesando uno de sus periodos más desafiantes, ya que, está inmerso en un contexto de deterioro tanto de las condiciones internas como externas, los cuales han impactado la producción y la rentabilidad.
Entre enero y julio de 2025, la producción petrolera cayó 4,3% a nivel anual, con su nivel más bajo registrado en abril, con una baja de 9,4%.
A esto se suman conflictos geopolíticos y la decisión de la Opep+ de aumentar la producción, presionando los precios del crudo a la baja, entre US$60 y US$70 por barril, y con ello se reduce la competitividad de las exportaciones nacionales.
Entre noviembre de 2022 y julio de 2025, la actividad de taladros usados para exploración cayó 27,7%, y la inversión en exploraciones proyectadas para 2025 se sitúa en US$740 millones, su nivel más bajo en los últimos cuatro años.
Las inversiones en exploración son relevantes, porque permiten hallar nuevos yacimientos para la explotación de hidrocarburos. Sin exploración, no puede haber explotación de petróleo o gas. Incluso, este rubro también aplica a los minerales.
La Anif destacó que el valor agregado de la actividad de minas y canteras, dentro del cual está la explotación de hidrocarburos, se contrajo 7,6% en lo que va de 2025. Esto se explica principalmente por la baja en la extracción de petróleo de 5,3%, a lo que añadió que esta representa 60% de la actividad económica de minas y canteras.
El entorno geopolítico, también marcado por conflictos en Medio Oriente, tales como el de Hamas e Israel, y el de Rusia y Ucrania al este de Europa, junto con políticas de la administración del presidente Trump en EE.UU., genera volatilidad en los mercados energéticos a nivel global.
Según la Anif, los precios del crudo, aunque estables, representan desafíos para la viabilidad de nuevos proyectos exploratorios a nivel local y para la sostenibilidad de los niveles de producción de hidrocarburos.
La Administración de Información de Energía de EE.UU. informó que el Brent presentaría descensos en los próximos meses, pasando de US$68 por barril en agosto de 2025 a un promedio de US$59 en el cuarto trimestre del año. Posteriormente, a inicios de 2026, se ubicaría alrededor de US$50 por barril.
La misma entidad indicó que se prevé un promedio del precio Brent de US$51 por barril durante 2026. Este panorama impacta de manera directa las finanzas públicas y también las utilidades de Ecopetrol.
Por cada disminución de US$1 en el precio anual del crudo, los ingresos fiscales pueden reducirse en aproximadamente $400.000 millones al año, lo que afecta el recaudo por impuesto de renta, los dividendos de Ecopetrol y las regalías.
La Anif dijo que la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, evidenció una caída en la producción. Entre enero y julio de 2025, el promedio fue de aproximadamente 745.820 barriles diarios, una cifra 4,3% inferior a la del mismo lapso de 2024.
Luego indicó que este desempeño se debió a los atentados al oleoducto Bicentenario, que afectaron campos como Caño Limón en Arauca, y a los bloqueos comunitarios en Meta, que impactaron la producción en Caño Sur Este y Rubiales.
También se añade la actividad de taladros, considerada un termómetro del sector, hay un retroceso relevante. Según Campetrol, en julio de 2025 la actividad disminuyó 27,7% frente a noviembre de 2022, cuando se alcanzó el punto más alto, con 155 equipos activos; esto equivale a que en comparación entre esos dos periodos hay 42 equipos menos.
La mayor baja se dio en equipos destinados a perforación, que pasaron de 60 a 31, lo que revela una menor capacidad para la reposición de reservas. Además, con base en los datos de la Anif, los desincentivos a los contratos de exploración y explotación ya están generando este desempeño.
De acuerdo con la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, ACP, la inversión en exploración en 2025 asciende a US$740 millones, cifra 18% menor a la registrada en 2024, cuando fue de US$900 millones, considerada la más baja en este segmento en los últimos cuatro años.
La minería ilegal, los bloqueos y los atentados refuerzan un entorno hostil para la operación del sector energético. La Anif dijo que a nivel macroeconómico la contracción del sector se traduce en reducción de los ingresos fiscales, deterioro de la balanza de pagos, es decir, el flujo comercial de bienes y servicios que el país intercambia con el mundo, y mayor presión sobre el peso frente al dólar.
Durante el primer trimestre de 2025, las regalías por hidrocarburos cayeron 5,3% frente al mismo periodo de 2024. La Anif advirtió que actualmente se requieren medidas para la estabilización del sector, que sigue siendo un rubro importante dentro de la política de presupuesto público y también para la estabilidad macroeconómica.
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