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Expertos señalan que hay rigideces en el mercado laboral que no permiten bajar niveles de incidencia. Sincelejo es la de mayor tasa
Uno de los problemas que aqueja al mercado laboral colombiano, y que ha sido tema de conversación en medio de las discusiones del nuevo proyecto de Ley que presentará el Ministerio de Trabajo, es la informalidad.
De hecho, las cifras del Dane muestran que en el país hubo 12,7 millones de personas empleadas bajo estas condiciones, lo que implica de cada 100 trabajadores que estuvieron ocupados en el trimestre móvil de abril a junio, 55 estaban en la informalidad (55,8%), sin cotizar a seguridad social o a pensiones.
En los centros poblados y rurales dispersos se agudiza la situación, pues la proporción de ocupados que eran informales fue de 83,6%.
Si bien las cifras han venido bajando en los últimos años, esta es una problemática que aún se mantiene en el mercado laboral colombiano.
“Uno de los problemas más importantes que tiene el mercado laboral colombiano, aparte de una tasa de desempleo estructuralmente alta, por encima incluso de 10%, es la informalidad, una informalidad que supera 55%, que si bien se ha reducido en los últimos años, sigue siendo elevada”, dijo David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza.
Por su parte, Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana, señaló que es difícil que las cifras de informalidad puedan reducirse de forma significativa en un contexto en el cual el mercado laboral tiene una rigideces institucionales y legales.
“El salario mínimo, ha sido bien demostrado por la literatura, es una de las principales rigideces, pues impone un piso a todos los departamentos, independientemente de su nivel de productividad y el costo de vida que cada uno tiene. Entonces no es lo mismo que tu pagues un salario mínimo en Bogotá, o Cundinamarca en general, a que tú lo pagues en Chocó o Putumayo. Hay una divergencia en el nivel de productividad y en el costo de vida que implica que unas regiones sean más informales que otras”, dijo Pardo.
En Sincelejo siete de cada 10 trabajadores (70%) están en la informalidad, siendo la ciudad con mayor incidencia de esta problemática, según las cifras del Dane. Le siguen Riohacha (63,9%), Valledupar (63,3%), Santa Marta (62,9%), Quibdó (60,8%) y Montería (60,1%).
Por el contrario, Bogotá es la que tiene una menor proporción de trabajadores informales, con 32,9%.
Completando el top cinco están Manizales (34,2%), Medellín (37%), Tunja (38,1%) y Pereira (40,8%).
Pardo señaló que en este tema son claves los costos laborales que debe asumir una empresa al contratar un trabajador de manera formal.
“ Un trabajador formal implica que la empresa no solamente debe pagar el salario básico, sino también seguridad social, vacaciones y demás, y eso incrementa los costos. En Colombia esos costos terminan siendo un 52% del salario mínimo, eso es un incentivo perverso para que las empresas no contraten trabajadores formales”.
De cara al nuevo articulado del proyecto de reforma laboral que se radicará ante el Congreso de la República, gremios y académicos han pedido que uno de los enfoques sea bajar los niveles de informalidad.
“Al Gobierno le hemos expresado nuestra disposición de trabajar en forma tripartita, como indica la constitución y recomienda la OIT, con el fin de construir una reforma laboral que genere más empleo, no destruya puestos de trabajo y afecte a las familias, y tenga como objetivo reducir sustancialmente la informalidad”, dijo el presidente de la Andi, Bruce Mac Master.
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