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Con apenas 25 años, Carolina Ramírez ya es dueña de su propia “multinacional” de moda.
Estudió Negocios Internacionales en la Universidad Eafit y viendo que había una falencia en el mercado de los trajes de baño, no se contentó con viajar y conocer las tendencias de otros países, sino que llegó a Medellín para prepararse en el tema.
Se graduó como diseñadora de modas en Arturo Tejada e inmediatamente comenzó su trasegar por este camino de canutillos y lentejuelas bordadas a mano una a una en su marca Mar de rosas.
Ella presentó su colección en Medellín en el restaurante Marmoleo, que se inundó de magia, colorido y de una pasión desbordada por la India.
¿Qué tiene de diferente Mar de rosas con otras marcas que también presentan mezcla de colores y estampados?
“El factor diferenciador de nuestra marca es utilizar elementos no convencionales en los apliques que los ponemos a los vestidos de baño como cadenas, botones, materiales plásticos a los que les hacemos pruebas de calidad. Estos se pueden mojar, no les pasa nada, no se destiñen, no se desgastan”.
Se ve exceso de canutillos y apliques en estos diseños...
“Es que mi inspiración fue la India y surgió porque queríamos algo que tuviera mucho color, manualidades, artesanías...”.
¿En qué elementos propios de esa cultura se basó?
“En los saris que utilizan las mujeres de la India, que son prendas que tienen bases textiles como chifones, sedas, algodones. Quisimos crear ropa veraniega con soltura, para que así tuviera la misma caída de lo que se usa en ese país. Tuve también como referencia los mandalas, que son representaciones gráficas. Estos los plasmamos en nuestros diseños por medio de los estampados. Igualmente, el tercer ojo, que se ponen las mujeres en la mitad de las cejas, nos sirvió para pensar en lo que haríamos con la decoración de los vestidos de baño”.
¿Emplean técnicas industriales o hacen los tejidos a mano?
“Todo es hecho a mano, lo que son los saris y todas esos complementos de la colección utilizan mucho hilo dorado y plateado. También utilizamos cintas de la India para las salidas de baño y estas son trabajadas manualmente por mi equipo”.
Las necesidades de las mujeres están cubiertas, pero ¿qué hay de los hombres?
“Ya tenemos algo por ahí preparado para ellos. Lo que sí tenemos es una colección de niñas. Manejamos el mismo concepto de la mamá en el vestido de baño de la niña porque nos lo pedían mucho”.
¿Cómo le va a Mar de rosas en términos de exportación?
“Del 100 por ciento de nuestras ventas, el 70 por ciento es mercado de exportación, el cual está proyectado hacia Estados Unidos, Grecia, España, Italia, Venezuela, República Dominicana entre otros países. Próximamente estaremos exportando a Dubai. Cada vez tenemos más proyección internacional”.
Muchos deseos de exportar, ¿y la clientela colombiana?
“De hecho nuestro consumidor inicial fue colombiano. Tenemos clientes en Montería, Manizales. En Medellín tenemos cerca de 14 almacenes multimarca con los que comercializamos. Poco a poco nos acoplamos a las decisiones de silueta del mercado original. Los moldes que empleamos, que son los de la mujer colombiana, cada vez se han ido ajustando a las siluetas internacionales”.
Las opiniones
Gerson Aguilar
Experto en moda
“Primaron los diseños de dos piezas, por lo tanto le exige a la consumidora un buen cuerpo. El reto de Mar de rosas es diferenciarse”.
Yilmar Gómez
Periodista de moda y entretenimiento
“Una colección coherente, que piensa en la mujer que quiere salir de rumba después de la playa. Tiene una mezcla de telas y texturas muy interesante”.
