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La última década del siglo XX se caracterizó por traer fuertes cambios en la vida de las personas, Internet se masificó y la telefonía móvil es la nueva manera de comunicarnos.
De esta manera aparecen los teléfonos celulares, unos pesados aparatos que, gracias a su antena, permiten la comunicación entre personas desde cualquier lugar, sin cables y, con un costo promedio de $1 millón.
El objetivo de estos equipos era permitir la comunicación telefónica, siendo las llamadas de voz su principal fin y uno que otro juego, como “culebrita” o una linterna que hacia la diferencia.
La innovación llegó con la posibilidad de unir un teléfono que realizaba llamadas y era capaz de organizar citas en el calendario, además de un teclado más amigable, conocido como el QWERTY.
Con la música, el crecimiento, masificación y modernización de los dispositivos móviles llega y aparecen equipos que permitían a las personas escuchar música, lo que impulsó a más personas a tener uno y comenzar el camino para lo que hoy conocemos como Smartphones.
La pantalla se convierte en el medio perfecto para la interacción del usuario con el equipo y, con un diseño más visual, las aplicaciones (que antes eran software básico) comienzan a ser una herramienta prácticamente esencial para las personas.
Los teléfonos e Internet
El acceso a la red llega a la telefonía móvil y con esto el correo electrónico, los sistemas de mensajería instantánea y la velocidad de descarga comienzan a marcar la diferencia.
Las redes evolucionaron; lo que antes se descargaba en minutos hoy es en segundos y, en unos años, será en milisegundos, cuando las redes 5G lleguen.
Con esta evolución, que permite al usuario estar conectado, llega la era móvil, donde la ubicuidad comienza a convertirse en una necesidad para las personas, ya que están disponibles en cualquier momento y desde todo lugar, lo que convierte a su teléfono móvil en el compañero ideal.
Pasaron varios años donde las innovaciones de los equipos se relacionaban con la capacidad de su procesador, espacio de almacenamiento, menor tamaño, más delgados y cada vez pesaban menos.
Grandes compañías se han encargado de llevar la innovación al siguiente nivel y reinventar la tecnología táctil, con nuevas funciones que son el comienzo de la nueva evolución de los Smartphones.
Hoy es posible grabar videos de la pantalla dando un par de toques con los nudillos sobre el teléfono móvil, seleccionar diferentes partes de la misma y recortarlos, mover imágenes desde la parte posterior del dispositivo y desbloquearlo en menos de un segundo, con la huella dactilar, entre otras muchas funciones.
El futuro se llama Superphone
Lo digital se integra con lo físico, utilizando inteligencia artificial capaz de adaptarse a la realidad, transformando nuestra percepción y preparando el terreno para llegar más lejos.
La evolución del Smartphone es conocida como el “Superphone” y su diferencia radica en que integra la nube, el big data y la inteligencia digital con el dispositivo móvil, lo que abre las puertas de una era de “cosas digitales”. Esto revolucionará la manera en que interactuamos con el mundo y lo reconstruye a través de la digitalización, siendo el touch el medio para controlarlo y manipularlo, bien sea desde su pantalla o desde cualquier lugar.
