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La nueva presencialidad tuvo alzas en los precios de los combustibles y también en el transporte público. En Bogotá, subió $250
Una de las herencias de la pandemia que parece haber llegado de manera vitalicia son las diferentes modalidades de trabajo en casa. Sin embargo, a medida que la vacunación permitió el regreso gradual de los colaboradores a las instalaciones, algunas compañías decidieron volver a la presencialidad o a desarrollar sistemas híbridos para los empleados.
“Los trabajadores se han visto afectados en la pérdida de poder adquisitivo, dados los costos asociados a la modalidad que incrementa la carga económica en la prestación personal del servicio”.
Ante este panorama, LR consultó cuánto incrementó el costo de vida en rubros como la alimentación y el transporte para aquellos trabajadores que volvieron a la presencialidad laboral, comparando los últimos datos registrados por el Dane, correspondientes a abril de este año, con los precios mayoristas de febrero de 2020, mes anterior al inicio de los confinamientos en el país.
Esto, a través de los ingredientes para hacer un ‘corrientazo’, sacando los precios por unidades de los costos al por mayor de alimentos que se incluyen en este clásico plato colombiano que alude al almuerzo ejecutivo, y que para este caso incluye carne de res lomo fino, papa negra, arroz de primera, frijol seco, plátano hartón verde, lechuga batavia, tomate y lulo, para la bebida.
Al revisar la variación de precios entre febrero de 2020 y abril de 2022, se puede observar que, de los alimentos que se incluyeron en este corrientazo, solo uno tuvo un porcentaje menor a 50%, que fue el arroz de primera (2,1%). A su turno, la papa negra (235,4%), plátano hartón verde (159,2%), lechuga batavia (83,60%), frijol seco (68,4%), carne de res lomo fino (59,60%), fueron los que más subieron.
Ahora bien, si desagregamos estos alimentos por valor unitario para hacer un corrientazo, en febrero de 2020 el costo llegaba aproximadamente a $6.140, mientras que, para el pasado abril, el precio subía a $9.932, con una variación de 61,70%.
Entre tanto, la vuelta a la presencialidad trajo consigo el rubro del transporte; por ejemplo, en lo que se refiere a transporte público en ciudades como Bogotá, para febrero de 2020 el precio de Transmilenio estaba en $2.400, mientras que con dos alzas en el último bienio, los costos llegaron a $2.650.
Presiones inflacionarias afectan el consumo
Muchos factores contribuyeron al alza de costos de los alimentos, entre ellos la guerra entre Rusia y Ucrania. Naturalmente, los combustibles subieron como consecuencia de un incremento en los precios de petróleo, que desde el comienzo del conflicto en Europa ha estado por encima de US$100 por barril. Esto hace que en países productores como Colombia, que importa gasolina, diésel y Acpm, los productos suban a medida que el transporte se encarece. Los bancos centrales siguen luchando con el alza de intereses para hacer frente a una inflación insaciable.
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