Los electrodomésticos nuevos pueden ahorrar hasta 50% en energía

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Según señaló la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, el nuevo Plan Nacional de Desarrollo pintaría un escenario en el que el Estado suprima los subsidios correspondientes a la energía en el estrato tres, esperando dar a cambio facilidades para que quienes pertenecen a este rango socioeconómico puedan acceder a nuevos electrodomésticos capaces de reducir el consumo de energía y, por ende, el gasto.

Dicha propuesta fue respaldada por el Ministerio de Hacienda, que aseguró que el subsidio que se entrega mensualmente es de aproximadamente $7.000 por casa y que los hogares que reciben esta subvención contarían con ingresos superiores a $2,5 millones. No obstante, la polémica se abrió en torno a cuánto puede llegar a costar el cambio de estos electrodomésticos para recuperar el dinero y posteriormente ahorrar.

LR consultó con expertos de compañías de electrodomésticos sobre cuánto costaría acceder actualmente a este tipo de productos, cuáles son los que más consumen energía y qué tanto ahorro generaría un cambio en los mismos, quienes expresaron que actualmente existen electrodomésticos cuyo ahorro puede llegar incluso a 50% de lo gastado en electricidad por los que se usan convencionalmente.

De acuerdo con Santiago Ospina, gerente de Mercadeo y producto de Línea Blanca de Samsung, en el portafolio de la marca existen productos que llegan a estándares de ahorro de electricidad de entre 20% y 50% en lo que a línea blanca respecta y con cerca de 80% de impacto favorable en los recibos de agua.

“Con las tecnologías Twin Cooling Plus y Digital Inverter, disponibles en los productos Samsung, se podrá ahorrar en el hogar alrededor de 50% de energía (frente a otros productos), 30% gracias a Twin Cooling y 22% por Digital Inverter, logrando una reducción significativa en el uso general de energía del hogar”, comentó.

No obstante, frente a este tipo de tecnologías, el gasto de los usuarios para ahorrar energía se establecería en cerca de $2,9 millones para el caso de las lavadoras.

Sobre cuánto puede llegar a costar el tema de renovación de electrodomésticos, Daniel Guiral, jefe de producto de Kalley, manifestó que es un asunto muy subjetivo, debido a las distintas ofertas en el mercado para cada uno de los niveles socioeconómicos.

“Por lo general, los productos de mayor costo son los que mejor eficiencia energética van a tener. Son productos de nivel de precio muy elevado”, explicó Guiral, ejemplificando con los aires acondicionados, en los que Kalley maneja un ticket promedio de $800.000, clase C, mientras que la clase A cuenta con productos de más de $2 millones.

En cuanto a las neveras, uno de los electrodomésticos sobre los que se hizo expresa referencia en la propuesta, el costo para uno de estos aparatos, pensado para una familia de estrato medio, es de cerca de $2,4 millones.

De hecho, teniendo como base cifras de la misma compañía, sin pensar en artículos de ultralujo, la renovación de la lavadora, nevera y estufa, tres de los elementos que generalmente no hacen falta en un hogar, la cifra superaría, con creces, los $7 millones, puesto que, además de los $2,4 millones presupuestados para la nevera, se deberían tener en cuenta $2,24 millones para una lavadora de 17 kilos de carga y $2,6 millones para una estufa de la misma marca. Los tres productos garantizan reducciones en el recibo de la luz.

Sin embargo, la lista no pararía ahí, puesto que, teniendo en cuenta estadísticas de Enel, ninguno de estos tres es el electrodomésticos que mayor energía consume con su uso. De acuerdo con la medición de la compañía de energía, un horno eléctrico encendido equivale a tener entre 20 y 30 bombillos de 100 watts encendidos simultáneamente, siendo el que mayor proporción maneja en este aspecto.

Además de este, elementos del hogar como calentadores eléctricos, secadores de pelo o aspiradoras se posicionan como otros de los que más gastan energía, dependiendo de la referencia, medidas de entre 13.000 watts y 20.000 watts. Vale la pena resaltar que estos productos no están en el top of mind de entidades como el Ministerio de Hacienda o la Vicepresidencia, porque están pensados para que su consumo no sea constante o porque, en algunos casos, no hacen parte de la totalidad de los hogares.

Lo alarmante en estos casos, son sus tiempos de cambio, dado que para elementos como el horno eléctrico, los usuarios se toman, en promedio, un ciclo de remplazo de cerca de 15 años, lo que significa que es más probable que quienes usen este tipo de elementos.