El X Congreso de la Cámara Colombiana de la Infraestructura estuvo lleno de ovaciones y ruegos. El presidente Santos (1951) fue quien se llevó los aplausos más largos. Por otro lado, se escuchó el ruego de los voceros de media docena de países de América Latina invitando a la ingeniería a participar en sus proyectos y también de quienes pidieron acelerar la locomotora de la infraestructura a la velocidad del tren bala prometida.