El ex alcalde de Bogotá y alto consejero, Luis Eduardo Garzón está entrando en reversa entre varios de los funcionarios claves de la Casa de Nariño por sus constantes chascarrillos, que le bajan altura a los comentarios sobre el proceso de paz. Por dárselas de divertido y jovial se vuelve ‘cantinflezco’ en opinión de varios ministros. Es un buen cuenta chistes, pero mucha gente del Gobierno no es amiga de este estilo de hacer política. De vez en cuando cita a Habermas... ¿Sabrá quién es?.
