Aunque la Reina Isabel II de Inglaterra (1926) no hace muchas visitas a otros reinos, el martes sorprendió con su llegada a Belfast para hacer su aparición en el set de Game of Thrones. La Reina recorrió las instalaciones de la serie de HBO, que hacen alusión a Westeros, uno de los continentes de la saga. Sin embargo, la Reina no quiso sentarse en el Trono de Hierro, por el que tanto pelean los mandatarios en la historia.