El Gobierno fijó por decreto el aumento del salario mínimo para 2013 en 4,02% ($589.500). Como siempre no fue una medida celebrada por ninguna de las partes, pues los empresarios pedían un incremento de 3,5% y los trabajadores insisten en que sigue siendo “miserable”. El responsable de anunciar la salomónica decisión no fue el Mintrabajo, como debía ser, sino que al que le tocó poner la cara fue a Minhacienda.
