Tener una buena remuneración salarial es indispensable y así lo entendió el fundador de Microsoft, Bill Gates (1955), desde sus inicios. En su curriculum, que está expuesto en el museo de Seattle, evidencia que pretendía ganar US$15.000; un sueldo por encima del promedio de la época, que era US$8.000. A sus 18 años y en primer semestre de Harvard, quería ser analista en sistemas o programador.