A pesar de que la mansión de la cantante Britney Spears, ubicada en el lujoso barrio de Beverly Hills, en Los Ángeles, ya fue comprada por 4,2 millones de dólares, parece que ese no será el 'precio' más alto que tendrá que pagar el nuevo dueño. Resulta que la venta no será efectiva hasta que los tribunales no lo aprueben, ya que los bienes de Spears están bajo supervisión judicial hasta que no se compruebe su buen estado siquiátrico.