Cuando se le preguntó a Tim Cook (1960), presidente ejecutivo de Apple, qué pensaba sobre la nueva tableta de Microsoft, llamada Surface, dijo que creía que era un producto “confuso”. Para el ejecutivo, el problema de esta es que no tiene una orientación definida. “Supongo que se puede diseñar un carro que vuele y flote, pero no hará las dos cosas muy bien”, dijo en referencia a la incapacidad de la empresa de decidirse por una dirección.