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Es curioso pensar que el garbanzo, un producto que se utiliza de manera tan continua en la gastronomía diaria de la mayoría de los hogares colombianos, es importado.
Al consultar con un experto en todo tipo de granos, Carlos Cuéllar, secretario técnico de la Cadena de los Caducifolios, explicó que: “el garbanzo que se encuentra en los platos y comida colombiana es traído e importado”.
Como siempre ocurre, introducir nuevos tipos de cultivos puede resultar muy costoso y a la vez demorado a la hora de conseguir los resultados de las pruebas que se hagan para comprobar la viabilidad.
Es por eso que Agronegocios hace un repaso por las principales características que deberían tenerse en cuenta para su cultivo.
Como es lógico, uno de los aspectos principales que influyen en su producción es el clima en el que se quiera realizar. Con esto, la Ingeniera Agrónoma, Ana Dolores Rodríguez, aseguró que: “el garbanzo es una planta que tolera muy bien la escasez de agua. Incluso un ligero exceso de ella, le puede llegar a perjudicar si las precipitaciones son suficientes como para producir un encharcamiento del terreno, ya que es una especie muy sensible a la asfixia de raíces.
Además, el exceso de humedad en el suelo y las altas temperaturas ambientales favorecen la falta de aireación de la vegetación, produciendo un microclima especial con humedad relativa alta y mucha temperatura”.
También hay que tener en cuenta que, según Díaz, “el cultivo puede establecerse en suelos de textura media y arcillosa, que sean profundos (más de un metro), ya que sus raíces penetran al subsuelo extrayendo agua y nutrimentos. Requiere de suelos con buen drenaje y sin problemas de sales solubles”.
En cuanto a la siembra, en plano, la semilla debe depositarse donde esté en contacto con la humedad, con una profundidad variable desde 8 a 20 cm, mientras que con riego, sería entre 6 y 8 cm. En todos los casos, debe revisarse el suelo para que quede bien sellado y evitar la entrada de aire que evapore la humedad
En Colombia existe, sin embargo, una gran variedad de otras legumbres y granos que sí que se cultivarían de manera interna, como por ejemplo los frijoles, las lentejas, arvejas, también el maíz.
Andrés Mauricio Cárdenas, Ingeniero Agrónomo, indicó varias recomendaciones para buscar la mayor rentabilidad de estos cultivos. “Para ser rentable, lo principal es la administración y siempre tratar de sembrar en las épocas recomendadas para cada producto. Después de eso hay que hacer las aplicaciones de agroquímicos pertinentes cuando es necesario o el mismo cultivo lo amerite. No hay que olvidar tener siempre un plan de fertilización, siempre aprovechando las épocas de mayor lluvia. Además, para que se vea la rentabilidad para llevar las cosechas a comercializar, necesitamos sembrar en áreas grandes”.