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Con el anuncio de que el desarrollo rural integral será el primer tema a discutir en las negociaciones entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (Farc); en Oslo (Noruega), se dio vía libre a la segunda fase del proceso de paz que pretende ponerle punto final a un conflicto de más de 50 años.
En su intervención, las Farc revivieron la discusión de una reforma integral al agro, con el fin de impulsar un modelo agrario equitativo. El hecho de que este tema fuera elegido como punto de partida en las negociaciones, pone sobre la mesa, la posibilidad de que a las muy mencionadas reformas tributaria y a la de educación, se sume una reforma agropecuaria integral. En este tema, el Ministerio de Agricultura, ha dado importantes avances, promoviendo en el Congreso de la República, leyes como la de Desarrollo Rural y la Ley de víctimas y restitución de tierras.
Sumado a ello, en medio de las negociaciones sobre desarrollo rural, el Censo Nacional Agropecuario que se hará el próximo año y estará a cargo del Dane, recobra relevancia, pues éste será el comienzo de una actualización estadística del sector rural , que servirá de base para la formulación y aplicación de las políticas públicas para el sector agropecuario en los próximos años. La evaluación estadística incluirá 3,8 millones de predios rurales existentes, localizados en 1.101 municipios, 20 áreas no municipalizadas y la Isla de San Andrés y Providencia. Además, contemplará 756 resguardos indígenas y 166 territorios colectivos de comunidades afro descendientes.
Actualmente el país cuenta con una superficie de 114,17 millones de hectáreas, de las cuales el 44,6% son de uso agropecuario, es decir un total de 50,91 millones de hectáreas.
El presidente Juan Manuel Santos, se refirió al primer tema de la agenda, diciendo que se busca garantizar un mayor acceso a la tierra, llevar infraestructura a las regiones más apartadas, hacer que la prosperidad y los servicios del Estado lleguen a todos los habitantes del campo.
Agregó que su Gobierno le apuesta “convertir al campo en fuente de prosperidad y no en fuente de pobreza y violencia”.
Opiniones divididas en los gremios
El debate sobre las políticas agrarias en el proceso de paz, que iniciará el próximo 15 de noviembre en la Habana Cuba, no tardó en trasladarse a escenarios políticos, gremiales, empresariales y académicos, pues sin duda, se toca la médula de uno de los orígenes del conflicto que es la tenencia de tierras.
Para el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie el discurso de hace 50 años de las Farc no ha cambiado y claramente se vio una postura opuesta a las políticas agrarias que adelanta el Gobierno Nacional. En ese sentido dijo que habrá que esperar la postura real de la organización.
Otros fueron más concretos y se atrevieron a plantear puntos clave en la discusión del desarrollo rural integral . Tal es el caso de la Sociedad de Agricultores Colombianos (SAC), entidad que planteó que el mejoramiento de las condiciones de los campesinos, es la única vía para resolver la brecha entre lo rural y urbano.
Ello implica, avanzar en el desarrollo y mejoramiento de la infraestructura de transporte y logística, desarrollar un ordenamiento productivo y ambiental del territorio, promover el uso adecuado de la tierra y el recurso hídrico, desarrollar y mejorar la infraestructura de riego y drenaje, impulsar el desarrollo y fortalecimiento de la agricultura empresarial, entre otros.
En esto coincide Jorge Bendeck, presidente de la Asociación de Biocombustibles, tras afirmar que más allá de la repartición de terrenos, un plan de desarrollo rural debe abordar temas claves para los trabajadores de campo como la definición y puesta en marcha de un programa productivo apto para las tierras, asistencia técnica, entrega de semillas, desarrollo de mercados.
“Las tierras no se deben entregar porque sí, el Gobierno debe ir más allá de mantener una simple postura. Se requiere muchas nuevas políticas para que Colombia pueda pasar de ser un país netamente productor a un país agroindustrial que le apunta al desarrollo económico sostenible”, señaló el líder gremial.
José Cardona, analista político y económico calificó como crucial el inicio de diálogos de paz con el aspecto rural, pues el uso y tenencia de las tierras, constituye uno de los puntos álgidos del conflicto en Colombia. “Es bueno recordar que Colombia es un país profundamente desigual, al distribuir los recursos y el territorio, en particular, el rural. Además en el acceso a los derechos sociales, económicos y políticos. Esta desigualdad ha generado múltiples conflictos. Existe una continua expansión de la frontera territorial sin formalizar la propiedad de la tierra”, dijo Cardona.
Puntos que se van a discutir en Cuba
Un total de seis puntos sobre el desarrollo rural integral, serán discutidos a partir del próximo 15 de noviembre en la Habana Cuba. El acceso y uso de la tierra, tierras improductivas, formalización de la propiedad, frontera agrícola y protección de zonas de reserva; programas de desarrollo con enfoque territorial; infraestructura y adecuación de tierras; desarrollo social: salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza; estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa que incluye asistencia técnica, subsidios, crédito, generación de ingresos, mercadeo, formalización laboral y por último el sistema de seguridad alimentaria.
La opinión
José Félix Lafaurie
Presidente ejecutivo de Fedegan
“El discurso de Iván Márquez y de las Farc no ha cambiado y deja ver que la discusión del tema de desarrollo rural irá más allá de la simple tenencia de tierras”.
Jorge Bendeck
Presidente de la asociación de Biocombustibles
“Las tierras no se deben entregar porque sí, es necesario que el Gobierno le brinde a los trabajadores del campo asistencia técnica, desarrollo de mercados, semillas, entre otros”.