Las cinco lecciones para el proceso de paz

Estas son las lecciones que deja el expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela.

Carisma y buen humor 
Al primer presidente negro de Sudáfrica, todos sus allegados le recuerdan como un hombre amable que sabía “ganarse a la gente”. Ahí estaba el secreto político de Nelson Mandela para tener las mejores relaciones hasta con sus grandes opositores con quienes en los momentos de mayor tensión desarmaba con un chiste y una sonrisa. 

Tener Perseverancia
Mandela negoció con el gobierno del Apartheid durante los últimos cinco años de los 27 que pasó en la cárcel.  El líder optó por seguir encerrado hasta que se le diera una libertad legítima y se alcanzara un acuerdo. Con esa misma perseverancia logró convencer a los blancos y negros de Sudáfrica que hacían parte del mismo pueblo. 

conoce a tu enemigo
El biógrafo de Mandela asegura que la celda le enseñó la primera lección: “conoce a tu enemigo”. Se propuso aprender la lengua de los opresores y luego se ganó a los carceleros, porque pensó que era la forma de conocer los puntos fuertes y débiles de los blancos  para estar mejor preparado cuando llegara el momento de intentar que cedieran.

Abandono de las armas
Según el biógrafo John Carlin, la gran lección que asimiló Madiba fue que “el enemigo no iba a caer derrotado por las armas; que habría que convencer un día a los sudafricanos blancos para que entregasen el poder voluntariamente”. El poder de convencimiento y el diálogo eran para Mandela mucho más fuertes que las balas.

Diálogo y convicción
Con su poder de convicción, el primer presidente negro en la historia de Sudáfrica logró que por primera vez una persona de su misma raza (Chester Williams) jugara con el popular ( y blanco) equipo de Rugby los Springboks. Ganaron la final, que blancos y negros celebraron unidos como un mismo pueblo por primera vez en 1995.