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Crecimiento comercial y desarrollo sostenible

sábado, 20 de octubre de 2012
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Giovanni E. Reyes

En especial a partir de 1991 la economía colombiana comenzó a experimentar un significativo grado de apertura.

Fue durante la administración del Presidente César Gaviria, que el comercio internacional comenzó a tener un mayor papel participativo en el crecimiento económico, a partir de bajas de aranceles y en general medidas de protección para las importaciones.  

El país fue experimentando lo que se ha ido constituyendo en una tendencia de especialización en los productos al exterior. Las mismas no sólo cubren renglones tradicionales como café y banano, sino también la inclusión de productos manufacturados, textiles, prendas de vestir, y de manera más reciente notables desarrollos en minería.

En general, en función de la historia económica reciente de Colombia, el desempeño del aumento de producción anual -producto interno bruto, PIB- ha sido bastante satisfactorio.  La última caída en negativo de tal indicador ocurrió en 1999, cuando el valor negativo del PIB llegó a un 6,8 por ciento.

Con base en cifras de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) Colombia ha sido -junto a Panamá y Perú- de las economías menos afectadas por la crisis financiera internacional.  En el año 2009, cuando la crisis parecía estar afectando a Latinoamérica con mayor intensidad, el descenso de la producción anual de Colombia no llegó a ser deficitaria.  

Aunque poco, el crecimiento del PIB para ese año fue de 1.5 por ciento; para 2011, tal indicador creció en 5,5 por ciento.  Esta ha sido la evidencia de un manejo cuando menos prudente de las variables macroeconómicas del país.

Para Colombia, el ingreso derivado del total de exportaciones que se han realizado en el período comprendido de 2009 a 2011, han mostrado un notable crecimiento.  Han pasado de ser US$34.218 millones en 2009, a un poco más de US$56.000 millones en 2011.  Lo cual es un alza notable que ha traído importantes beneficios al país.

 Nótese además que ese repunte se logra en un escenario en el cual el peso colombiano muestra rasgos de apreciación monetaria y con ello no alienta como se esperaría, mayores volúmenes de exportación.

El valor de las exportaciones colombianas subió un 161 por ciento entre 2009 y 2011.  Pero el volumen de las exportaciones en el mismo período solamente se incrementó en 43,8 por ciento.  Es decir que ha subido más el valor de los productos exportados que el monto de los mismos.   

En cuanto a las importaciones, el valor de las mismas -de 2009 a 2011- aumentó 163,5 por ciento, mientras que el valor de las mismas aumentó en 85,7 por ciento.  Por ello, se debe tener la precaución en cuanto a controlar factores a fin de lograr que la balanza comercial no entre en déficit.  Si eso llega a ocurrir, se deberá recurrir a las reservas monetarias del país o bien a flujos de financiamiento especiales.

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