.
ARCHIVO

Adopción masiva de tecnología ayuda a increcer la producción en un 15%

martes, 26 de marzo de 2013
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Fabio Arias R

Con miras a mejorar la productividad en el sector arrocero, la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) puso en ejecución desde marzo de 2012 el programa Amtec (Adopción masiva de tecnología) con el cual se pretende aumentar la producción en todo el territorio nacional.

Según los resultados del estudio sobre cultivo de arroz mecanizado correspondiente al segundo semestre de 2012, realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y Fedearroz, se presentó un aumento en el área sembrada de 5,6% respecto al segundo semestre de 2011. No obstante, se evidenció un descenso de 0.7% en la producción total de arroz, alcanzando 1’376.385 toneladas.

Esta caída en la producción se pudo presentar debido a varios factores, sin embargo, uno de los que parece tener más incidencia es el de la falta de implementación de nuevas tecnologías y de capacitación para el agricultor.

De acuerdo al censo arrocero del 2007 el país contaba con poca maquinaria, en su mayoría de baja potencia y además obsoleta. Por este motivo Fedearroz empezó a implementar un programa integral con un modelo de asistencia técnica que incluye asesoría al productor con el fin de aumentar la competitividad en el sector.

En este sentido, se espera que con las nuevas técnicas en adecuación de los suelos, la implementación de nuevas tecnologías de riego y recolección, así como la aplicación de mejores productos de fertilización para los suelos en algunas regiones del país, se generen incrementos en la producción entre el 15 y 30%.

Según Humberto Ángel, ingeniero agrónomo, si se quiere una agricultura rentable y competitiva para participar en todos los mercados y en el TLC, se debe fertilizar adecuadamente los suelos, complementar con la aplicación foliar de elementos menores y micro elementos, en forma periódica y en dosis correctas”.

El programa Amtec empezó en unas zonas piloto ubicadas en los departamentos de Tolima y Meta, elegidos de acuerdo a su sistema de producción: riego y secano respectivamente.

En estas zonas se seleccionaron de 7 a 10 fincas en las cuales se le brindó al productor de arroz , capacitación en cuanto a mejoras del cultivo y al proceso de seguimiento que debe realizar para evaluar los resultados del programa.

Como este es un programa integral, se establecieron grupos asesores conformados por especialistas en cada una de las áreas que involucra la producción de arroz (adecuación de suelos, nutrición, fisiólogos, entomólogos, fitopatólogos, economistas) para asegurar que los proyectos tengan el acompañamiento necesario y estar más cerca de alcanzar el éxito.

Por otra parte, aunque el programa Amtec se inició en un número bastante limitado de fincas, su objetivo es que se replique rápidamente en todas las regiones y municipios con vocación productora del cereal.

Igualmente, con miras a que el productor de arroz sea más competitivo, Fedearroz elaboró este programa teniendo en cuenta elementos diferenciales para cada región y cada finca: por ejemplo hace una calificación de infraestructura, maquinaria con la que cuenta el agricultor y presupuesto para comprar nueva tecnología, fertilizantes, etc.

Según Gabriel Escobar , arrocero de la finca la Guaira en Tolima, el cambio climático y la entrada en vigencia del TLC ha propiciado una reconversión productiva en el cultivo de arroz. De hecho Escobar, es un agricultor destacado en la adopción masiva de tecnología. Sus inversiones por más de $150 millones en maquinaria, tecnología y semillas certificadas ha significado en las 450 hectáreas un ahorro de costos de hasta un 50%.

De allí que la revolución en las prácticas agronómicas se convierte en un factor indispensable para que los productores del país puedan garantizar el rendimiento de los cultivos, que es en promedio de 5,7 toneladas por hectárea. “Los agricultores se tienen que volver eficientes, tener espíritu empresarial y procurar siempre la adopción de tecnología para ser más competitivos”, señaló Julio Cesar Mantilla, arrocero de San Alberto, Santander.

Esto implica planificación, manejo agronómico, adecuación de suelos, disminución de los costos por hectáreas y el uso adecuado de la tecnología e implementación de nuevas prácticas que conllevan a mejorar la productividad.

Para Escobar, es necesario que los productores del país entiendan que el sector agropecuario atraviesa por una revolución agronómica.

“La única manera de volvernos competitivos y enfrentar los efectos del TLC es concentrando esfuerzos en la prácticas, como la nivelación del terreno, reducción de semilla, fertilización en seco, uso racional del agua, y abolición casi total de agroquímicos”, señaló el agricultor.

Y es que el futuro de la agricultura colombiana no puede fundamentarse en la expectativa de precios altos del mercado, siempre fugaces, sino en la certeza de una mayor producción por unidad de superficie y a menor costo.

La reingeniería va de la mano con la inversión
Lograr la competitividad del sector productivo mediante la adquisición y uso de maquinaria agrícola a través de la asociatividad es un factor determinante para los productores del país. Sin embargo, las grandes inversiones en tecnología, sigue siendo un tema de preocupación para los pequeños y medianos arroceros. Según el cultivador Julio Cesar Mantilla, es necesario el apoyo del Gobierno Nacional, a través de Finagro, con la generación de créditos blandos para los productores. “Le hemos solicitado a Finagro quitar el ICR y ampliar el plazo de los créditos a por lo menos 8 o 10 años para poder hacer el pago de la maquinaria con mayor comodidad y tener tiempo para obtener los resultados en las cosechas”, dijo Mantilla.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA