Inflexión

El Producto Interno Bruto PIB es el indicador adecuado para medir el comportamiento económico de un país o una región; corresponde al valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final, medido por períodos. Pues bien, dicha medición acaba de ser presentada por el Dane, habiendo registrado $979,4 billones a precios corrientes el año pasado para Colombia; al igual que discrimina el tamaño de la economía de los departamentos de nuestro país.

Conforme al guarismo presentado, Bogotá agrega 25,6%, Antioquia participa con 14,5%, Valle del Cauca representa 9,7% y Santander con 6,5%; en suma, estas cuatro economías regionales representan más de la mitad del PIB de toda Colombia. Le siguen en su orden de participación, Cundinamarca, Atlántico, Meta y Bolívar. De los 25 departamentos restantes en promedio cada uno aporta apenas algo más de 1% del PIB nacional. Las antiguas intendencias, Guaviare, Amazonas, Vichada, Guainía y Vaupés, aportan en medio ambiente, en territorio, en potencialidades, pero muy poco en el PIB nacional.

Estos indicadores pueden estar distorsionados por ser medidos de forma diferente, por la economía informal, o por falta de registro de la economía subterránea o ilegal, liderada esta última por la producción de coca, narcotráfico, contrabando y corrupción. En el contexto mundial según la ONU, Colombia participa en 70% de la producción de cocaína global, lo que influye en nuestro país, no solo en la economía, sino en corrupción y violencia.

De otra parte, el Dane también informa que si bien se registró leve expansión durante 2018, el PIB nacional alcanzó un crecimiento de 2,6%.

Al revisar el desagregado por departamentos, coincide que las regiones de mayor tamaño de la economía, el año pasado crecieron por encima del promedio colombiano. Se aumentan las brechas. Bogotá y Bucaramanga cuentan porcentualmente con el mayor número de familias de clase media, lo que les da estabilidad y fortaleza para su crecimiento económico.

La tendencia cambia. Nos encontramos en un momento de inflexión para la economía, ya que el crecimiento se consolida en la mayoría de los sectores económicos, destacándose el comercio, los servicios, el sector minero - energético y la administración pública. La inversión de Bogotá en infraestructura, obras públicas y en general en el Plan de Desarrollo que se ejecuta de manera eficiente, se acerca a $60 billones. De igual manera, se encuentra en inflexión el sector de la construcción de edificaciones, que llevaba años en ciclo negativo. Los flojos resultados en el sector agropecuario y en edificaciones, son culpables del bajo crecimiento del PIB nacional de los dos últimos años.

Por otra parte, la inflexión también se comienza a apreciar en la reducción del terreno sembrado con plantaciones ilícitas. La Casa Blanca acaba de señalar que por fin el área de cultivos de coca comienza a disminuir en el país. 2018 rompe la tendencia alcista de plantaciones ilegales que venía creciendo de manera exponencial. No obstante, la situación sigue siendo crítica; el prestigio internacional del Gobierno del Presidente Duque, dependerá en buena parte de los resultados y del cumplimiento de las metas trazadas tanto en esta materia, como en crecimiento económico.