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Analistas 16/03/2022

Retorna la esperanza

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria

La jornada electoral del domingo pasado y el lunes siguiente dieron un tremendo giro al panorama político del país. Pasamos de una carrera presidencial de un solo puntero a una verdadera competencia que promete ser reñida y sustanciosa en el debate. Asimismo, elegimos un Congreso que quedó conformado en su mayoría por fuerzas institucionales que difícilmente podrán ser instrumentalizadas, ya sea para aprobar una asamblea constituyente, o para cambiar nuestro modelo económico de libre mercado. El hecho es que estamos ahora en un mejor sitio que hace cuatro días. Y el mercado lo notó, ya que se dio una apreciación del peso a pesar de una caída en los precios del petróleo.

Primero hay que celebrar la gran afluencia de los votantes a las urnas. Frente a cuatro años atrás, votaron aproximadamente un millón de colombianos más, para un total de sufragantes que superaron los 17,6 millones para Senado de la República. De este total, 12.2 millones votaron por las consultas. Es decir, 69%. Debemos reconocer también el triunfo del Pacto Histórico al ser la consulta más votada con más de 5,8 millones, y el resultado de su ganador, Gustavo Petro, con casi 4,5 millones. Pero ahí no fue la sorpresa. Es más, las expectativas apuntaban más alto y el puntero ya se sabía.

La verdadera sorpresa corrió por cuenta del Equipo por Colombia, que no solo llegó a 4,14 millones de votos, sino que dejó un claro e indiscutible ganador, Fico Gutiérrez, un candidato de centro sin ninguna clase de estructura, con más de 2,16 millones, superando a todos sus contendores sumados, apoyados por estructuras y partidos consolidados. Este contundente resultado desencadenó el mismo lunes la renuncia de Óscar Iván Zuluaga a la candidatura del Centro Democrático y su apoyo a Fico Gutiérrez, lo que consolida el voto de centro derecha.

Por el otro lado, el resultado de la Coalición Centro Esperanza fue bastante lánguido. Un total de 2,28 millones de votos, poco más de la mitad y la tercera parte de las otras dos consultas. Y sí tuvo un ganador, Sergio Fajardo, con 723.000 votos, de nuevo la tercera parte de los de Fico y la sexta parte de los de Petro. No estuvieron todos sus contendores en la proclamación, ni se notó en la noche del domingo ese sentimiento de equipo y unidad que se le veía, por ejemplo, al Equipo por Colombia. No veo claro entonces que pueda coger fuerza antes de la primera vuelta.

No olvidemos que por fuera de las consultas todavía quedan candidaturas como la de Rodolfo Hernández e Ingrid Betancourt. Pero sobre ellas empezarán a pesar las lógicas del voto útil y el hecho de ser la primera vuelta históricamente una carrera de tres. Los dos punteros ya están definidos; Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. Ya en los próximos dos meses se definirá el tercero.

Lo interesante es que el tablero cambió sustancialmente. Pasamos a un escenario mucho más competido. La izquierda tiene definido su candidato con una agenda radical disfrazada, y la derecha no tiene opción diferente que votar por un candidato que está mucho más al centro de lo que se sienten cómodos algunos de sus militantes. Aquí es donde el votante de centro es definitorio. Y tendrá que decidir quien puede, por su talante y trayectoria, defender las libertades económicas, personales, y políticas, que hacen valer nuestra democracia, recuperando la seguridad en nuestro diario vivir. Otra importante consideración sería quién es capaz de atraer inversiones y generar el crecimiento que nos provea empleos y prosperidad. Pero el hecho es que hoy, después de elecciones, puede todavía existir miedo, pero ya hay esperanza.

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