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Analistas 01/02/2023

Mina la confianza

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria

Uno de los activos mas importante que puede tener un pais de cara al mundo y a los mercados internacionales es la confianza. Esa confianza quedó comprometida gravemente con el lamentable episodio de esta semana que involucró algo tan sensible como las cifras de reservas en materia de hidrocarburos que presentó la Ministra de Minas y Energía Irene Vélez. Cifras que sirvieron de sustento a las declaraciones del Presidente Gustavo Petro en la cumbre económica de Davos, donde el mandatario afirmó que Colombia tiene autosuficiencia en petróleo hasta el año 2042 y en gas natural hasta el 2037. Todo indica que esto no es cierto, o por lo menos no es posible de no continuarse otorgando nuevas licencias de exploración. Quiere decir esto que le hemos mentido al pais y a los inversionistas. Muy grave.

La mentira radica en utilizar cifras ciertas, pero sumándolas de forma errónea para presentar un panorama irreal. En contra de estándares internacionales que nuestro pais había observado, se agregaron las reservas probadas con las probables y las posibles. Lo peor es que según la Viceministra de Energía saliente, Belizza Ruiz, la Ministra fue advertida previamente del error en el documento y en un chat que reposa como prueba le dice “no metamos el tema de reservas porque nos vamos a meter en problemas”. Además, dice que no lo conoció antes de su publicación. De ser así, lo que hay es una clara intención de engañar al país con el fin de justificar técnicamente una posición netamente ideológica.

Increíblemente, este insuceso tan dañino en sí, nos está alejando de la verdadera discusión que se debe estar dando y es que, independiente del año en que pueda terminar nuestra autosuficiencia en combustibles fósiles, debemos dejar de seguir explorando y explotando dichos recursos que constituyen el 60% de nuestras exportaciones, y por lo tanto nuestra principal fuente de divisas y rentas fiscales. ¿De verdad quisiéramos tirar este sector por la borda, aun si acortáramos nuestro proceso de transición energética? ¿Vamos a entregarle semejante mercado a otros países productores que no van a seguir el ejemplo de Colombia porque lo consideran insensato y suicida con toda razón? El debate debe volver al simple hecho que nuestro pais solo aporta menos del 0.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero y por lo tanto una decisión unilateral nuestra no va a cambiar ese panorama, pero si puede arruinarnos a nosotros y echar al traste nuestras posibilidades de crecimiento.

Podemos seguir engañándonos con ilusiones de autosuficiencias falsas en hidrocarburos, y energías limpias que no van a coincidir en los tiempos. Pero lo que seguramente pasará de no corregir el rumbo es que vamos a llegar a un momento en que no tenemos más petróleo ni gas para el consumo interno pero lo seguiremos necesitando, lo que nos llevara a ser importadores netos de combustibles. Tampoco habrá rentas en turismo o en aguacates que compensen semejante hueco en rentas y divisas. Nuestro peso estará devaluado y el déficit de cuenta corriente, históricamente alto, se disparará aun más, pero no habrá la confianza inversionistas para cubrirlo y las remesas no serán suficientes. Todo porque en Colombia, empezando por el tema de Minas y Energía, se minó la confianza.

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