MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Es inexplicable que la Fiscalía no se haya movido rápido con la persona que tiene la verdad en el caso Ungrd. Andrea Ramírez era en 2023 la asesora del Ministerio de Hacienda con el Congreso. Su cargo, según me explicó el exministro Ricardo Bonilla (acusado en este escándalo), era el de enlace del Ministerio con el Congreso. Ella estaba allí cuando Bonilla llegó a la cartera.
Cuando en octubre, noviembre y diciembre de ese año se dieron las conversaciones para que la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, Cicp, le aprobara al Gobierno unos créditos internacionales, Ramírez estaba de licencia por un embarazo.
Luego, en su reemplazo quien se encargó de toda la coordinación con los congresistas fue María Alejandra Benavides. Esta última acaba de conseguir su principio de oportunidad y estuvo la semana entera declarando en los despachos de los magistrados Misael Rodríguez y Cristina Lombana en la Sala de Instrucción de la Corte Suprema.
Esta columna tuvo acceso a un apartado de su declaración:
A récord 35:00:
“Quienes se van a beneficiar de estos cupos indicativos son WM, Liliana Bitar -LB, Julián Peinado -JP, Karen Manrique -KM, Juan Diego Muñoz -JDM, y el senador Juan Pablo Gallo fue electo en la Cicp hasta el 28 de noviembre, por lo que llegaría después en la ecuación. Porque el senador Juan Pablo Gallo fue electo en la Cicp hasta el 28 de noviembre. Antes del senador JPG quien ocupaba el puesto en la comisión era el senador Mauricio Gómez Amín. Sin embargo, en las conversaciones con Andrea, Andrea me dijo, al Mauricio Gómez Amín nunca le han interesado los cupos indicativos. A ese senador esto no le importa”.
Aquí queda claro que, a pesar de su licencia, Ramírez continuaba con el manejo de la relación Gobierno-Congreso. Luego de esta conversación, desde el Ministerio buscaron a la Ungrd para que se entregaran por lo menos tres contratos por casi $100.000 millones a congresistas que debían votar el proyecto de crédito.
La búsqueda también llegó desde Jaime Ramírez Cobo, quien inexplicablemente no ha sido tocado por al Fiscalía, a pesar de que existen chats claros y contundentes en su contra ¿Por qué señora fiscal?, ¿acaso quién lo protege? Ramírez Cobo era el enlace de Palacio con el Congreso. Con esa influencia, para nada pequeña, buscó a Sneyder Pinilla y Olmedo López, con el fin de que se concretaran los contratos. Nada más y nada menos.
Andrea Ramírez fue a la Corte en diciembre de 2024 y habló de una matriz de contratos ¿Su papel ha sido relevante para la Fiscalía?, ¿le han ofrecido un acuerdo a cambio de información?
Lo cierto es que la pasividad frente a estas dos personas demuestra que por alguna razón la Fiscalía avanza a paso de tortuga en uno de los peores escándalos de corrupción de los últimos tiempos. El rigor y velocidad que la Fiscalía impuso en el caso Uribe, no ha sido el mismo para el caso Ungrd. Nadie sabe dónde está Andrea Ramírez, su nombre no es conocido en la prensa y ha pasado completamente desapercibida. Pero ella es quien sabe qué pasaba en el Gobierno, cómo se manejaba el Congreso y quién daba las órdenes. De hecho, podría revelar la corrupción de gobiernos anteriores porque estaba allí desde la administración Santos.
La Fiscalía parece dormida.
El primer daño es el tránsito de la búsqueda genuina de la verdad hacia la imposición de la posverdad, donde los hechos dejan de importar y son reemplazados por narrativas conveniente