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Analistas 02/07/2015

Un relato para tiempos de ajuste

Rodrigo Botero Montoya
Exministro de Hacienda
La República Más
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El diseño de las políticas públicas requiere contar con un marco general que sirva para imprimirle consistencia a las decisiones puntuales.  Eso era lo que los camaradas  denominaban ‘la línea del partido’ en  épocas pasadas.  El término que algunos  gobiernos utilizan para darle un hilo conductor a sus actos es el relato.  Bajo cualquier denominación que se utilice, disponer de un contexto reconocido para la acción gubernamental facilita escoger alternativas y mantener la compatibilidad entre el corto y el largo plazo.

Cuando las circunstancias externas experimentan un cambio drástico, hacer explícitas las premisas del marco general ayuda a evitar la confusión que producen las ofertas de soluciones mágicas. Ejemplos de creatividad retro incluyen las propuestas de utilizar las reservas internacionales para hacer carreteras, acudir al trueque para agilizar el comercio con Venezuela, y dejar de suscribir acuerdos de libre comercio. Al mismo tiempo, permite hacer claridad acerca de las medidas requeridas para adaptar la política económica a un entorno cambiante.  

Un relato apropiado para la coyuntura actual podría incorporar algunos de los siguientes elementos:

•  Colombia ha recibido un choque fuerte por concepto de la caída del precio del petróleo.  Ese choque afecta el ingreso nacional, el valor de las exportaciones y las finanzas públicas.

• Si bien el país cuenta con fortalezas institucionales que permiten amortiguar el impacto, la severidad del choque externo no debe subestimarse.  En este año, y en 2016, la economía va a crecer a un ritmo inferior a la tasa de crecimiento potencial.  Si la transición se maneja con prudencia, es previsible que en el año 2017 la economía regrese a la trayectoria  normal de crecimiento.  Las tasas de crecimiento modestas de 2015 y 2016 son inevitables.  Esa es la forma como la economía se ajusta a la nueva realidad.  

• La ralentización pone de presente la necesidad de impulsar reformas estructurales que racionalicen el régimen tributario, mejoren la competitividad, estimulen la generación de empleo formal y promuevan la inserción en la economía internacional.

• Con el fin de reducir la dependencia del sector externo de los commodities, se redoblará el esfuerzo por promover y diversificar las exportaciones no tradicionales de bienes y servicios, con énfasis en los de mayor valor agregado. 

• El cumplimiento estricto de la Regla Fiscal es un compromiso del gobierno en pleno.  La  disciplina fiscal es un requisito para lograr un crecimiento autosostenido con inflación baja y estable.

(Los dirigentes del PT en Brasil fracasaron en el intento de forzar el crecimiento sacrificando los equilibrios macroeconómicos.  La economía está en recesión, con niveles crecientes de inflación y desempleo.  Según el exministro de Hacienda Rubens Ricupero: ‘Ellos no lo van a reconocer pero quebraron el país dos veces en 2010 y en 2014…’)

Las directrices del relato sugerido tendrían un efecto positivo sobre el clima de inversión y la confianza de los consumidores.  Si se responde con lucidez y ponderación al choque externo, el país podría sentar las bases de una economía fortalecida, diversificada y  moderna.
 

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