Desde la cumbre

Durante tres días estuvieron escuchándose las autoridades en petróleo, gas y energía, los funcionarios del nuevo gobierno, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y la academia en la V Cumbre organizada por los gremios ACP, Campetrol, Acggp y Aciem.

Los datos confirmaron la importancia y el aprecio por la industria petrolera y la importancia para el desarrollo y el crecimiento del país en las últimas décadas; así mismo se puso en evidencia la gran preocupación de las consecuencias ocasionadas por el cambio climático. Las conversaciones sobre lo que Colombia debe hacer, los recursos disponibles, los impactos para las personas y las recomendaciones al gobierno, que como lo anotaba un exministro, aún están en la fase de reconocer que algunas iniciativas son malas o equivocadas, otras no son realizables y que hay ideas de la oposición que son valiosas, realizables y capitalizables. Así mismo varios de los expertos le recordaron al gobierno que los empresarios, las organizaciones de la sociedad civil, los gremios, los sindicatos y la academia tienen datos duros, evidencias , información actualizada y el gran deseo y determinación de trabajar conjuntamente en la construcción de una propuesta de la transición justa.

La evidencia indica que Colombia ha aprovechado la riqueza de la industria minera y petrolera en los últimos 30 años que ha generado un crecimiento económico y que ha logrado sacar de la pobreza a 7 de cada 10 pobres que había en los años 80, que llevó a crecer la clase media, que triplicó la cobertura del Icbf y lo más importante es que para que el actual gobierno pueda lograr las metas que se ha impuesto debe seguir la senda del cuidado de las finanzas y el crecimiento económico. Vencer la pobreza significa más empleo, más empresas, más infraestructura, más exportaciones, más autosuficiencia energética, más excedentes de gas y petróleo para exportar y más competitividad. El cambio climático se traduce en más alternativas y más inversión para energía limpias y reconversión industrial y lo más importante más cuidado del amazonas, bosques y ríos con presencia y legitimidad del Estado. Lo anterior será posible con más inversionistas y empresas que generen impuestos, regalías y recursos.

Así mismo los economistas conocedores y experimentados le recomendaron al gobierno mantener la salud económica a través de estrategias como no permitir la hiperinflación, no pedir la reestructuración de la deuda y no llegar a crecimientos negativos pero sí fortalecer los sectores que generan, impuestos y divisas por exportaciones con el sector de gas, petróleo y minería que actualmente aporta alrededor del 60% pero con la actual coyuntura internacional puede aumentar.

En cuanto al foco relacionado con el cambio climático y de acuerdo con el principio de Pareto, si los colombianos hicieran el esfuerzo inconmensurable e impagable de cambiar todo el parque automotor y lograra la reconversión industrial el impacto mundial sería de 0,5 pues Colombia es de los menos contaminantes; la evidencia pura y dura arroja que el problema es la deforestación y pérdida de control sobre los bosques y el Amazonas.

En consecuencia el esfuerzo está en las estrategias de adaptación no se pueden copiar de países carentes de gas, petróleo o carbón o de países ricos que aunque son grandes contaminantes no asumen responsabilidad frente al cambio climático. En ese orden de ideas y a sabiendas que ya está golpeando a los colombianos los fenómenos de inflación, de devaluación, de los precios internacionales de los combustibles y la energía no se puede tomar decisiones que acaben con las empresas, sacrifiquen calidad de vida y hagan económicamente inalcanzables los beneficios de transporte, conectividad, salud, educación y mucho menos de alimentación debido a los altos costos por decisiones importadas.