Máximas operativas para el éxito de las empresas

En un desayuno con el Director de Centrum Centro de Negocios del Perú, el profesor Fernando D´Alessio compartió conmigo diez máximas que, desde el punto de vista operativo, se deben tener en cuenta para el éxito de las empresas. 

Comparto con ustedes dicho conocimiento práctico. Los empresarios deben comprender que existen tres áreas vitales en la organización, las cuales deben trabajar en coordinación: el área financiera, el área operativa y la de mercadeo. 

No es posible operar sin dinero, ni vender sin mercadeo, como tampoco hay ingresos sin una operación. Para poder hacer que estas tres áreas funcionen como un sistema se debe tener en cuenta: primero, los gerentes no tiene que saber de todos los temas o conocer específicamente de todo, pero sí deben saber los fundamentos y deben conocer a profundidad las tareas que cada uno de los trabajadores realiza. “No es lo mismo gerenciar desde la oficina con el aire acondicionado, que conocer las necesidades de quien labora desde la planta a 30 grados centígrados”. 

Segundo, tener cuidado con el payrole, es decir, aquellos cargos de algunos ejecutivos o personal en general, que no tienen asignada una tarea específica a quienes simplemente se les paga un sueldo pero no trabajan, “son cargos que no aportan al objetivo de la empresa”. Tercero, tener cuidado con las personas que juegan a “¿Quién tiene el mono?”, es decir, aquellas personas que echan la culpa a otra áreas para no asumir la responsabilidad de cumplimiento de las metas. 

Cuarto, un gerente debe tener solo tres preocupaciones: producir, vender y cobrar. Quinto, a los gerentes se les deben dar las cifras de forma fácil y comprensible, no hay que complicarse la vida con métricas inentendibles que no llevan a la consecución de la meta final: rentabilidad. Sexto, todo en la vida es un tradeoff, dejar algunas cosas para poder recibir otras, en ocasiones las empresas por querer hacer todo al mismo tiempo, terminan no haciendo nada, o teniendo una operación deficiente, por lo cual es mejor priorizar y hacer aquello que los haga diferentes de la competencia. 

Séptimo, todo debe ser medible, cada acción y operación de la empresa debe poderse medir, de esta forma es posible mejorar el desempeño. Octavo, Just In Time, justo a tiempo, al medir las actividades y operaciones se puede llegar en el tiempo justo y puntual al cumplimiento de los objetivos, desde el inventario con el que se cuenta en una operación, hasta el cliente específico al que se quiere llegar. Noveno, el que respira pierde, en un mundo en el que con el avance de la tecnología los procesos empiezan a darse a velocidades increíbles, es importante que las empresas empiecen a pensar en qué paso van a dar que se adelante a la competencia, cómo van a innovar sus procesos y generar valor en el mercado.  

Y finalmente, décimo, si entrenas y entrenas serás bueno, pero si entrenas y entrenas y cuentas con las habilidades, serás extraordinario, es vital conocer a su equipo de trabajo, y conocer las habilidades con las que cuentan, hay personal que puede liderar y otro personal que sirve para ordenar, administrar u operar, conocer sus habilidades y potencializarlas.

Adicionalmente, le pregunté ¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los empresarios? A lo que me respondió, no conocer a su gente, no conocer las operaciones a fondo, y no articular la operación con las finanzas y el mercadeo. Siempre va a existir una probabilidad de falla o no falla, la idea es entender la falla y hacer algo al respecto de forma rápida. 

Quedó en el ambiente una idea importante que señala que el crecimiento de un país está guiado por la generación de empresas éticas, que comprendan que su activo más importante es su gente.

Finalizó con la siguiente recomendación: “Al finalizar la jornada laboral, mírense al espejo y pregúntense ¿Qué he hecho hoy día que agregó valor a mi empresa?” y yo les pregunto, ¿Qué valor están generando en sus empresas que aporten al crecimiento del país?