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Analistas 16/06/2015

Los problemas del euro no solo afectan a los países del sur

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Si ve los números de la página de Internet de The Conference Board (bit.ly/1dpcMmr), encontrará que Finlandia efectivamente ha registrado un rápido aumento en el costo laboral unitario, pero no debido a una explosión salarial: todo tiene que ver con el colapso de la productividad de la manufactura.

Pero la historia más general en este caso es que vemos cada vez más que el problema del euro se extiende mucho más allá de los problemas de los deudores europeos del sur. El desempeño económico también ha sido bastante malo en algunas naciones del norte con buena calificación crediticia y bajo costo de endeudamiento, incluyendo Finlandia, Países Bajos y Dinamarca (que no está en el euro pero lo sigue).

¿Qué está pasando?

Bien, en el caso de Finlandia estamos viendo los clásicos problemas de choques de asimetría en un área monetaria que no es óptima. Los dos principales sectores exportadores de Finlandia, productos forestales y de Nokia, han fracasado. Esto crea la necesidad de una caída drástica en los salarios relativos para compensar los mercados perdidos, pero dado que Finlandia ya no tiene su propia moneda, este ajuste debe tomar la forma de una lenta y agobiante devaluación interna (motivo por el cual, por cierto, la confusa discusión sobre los salarios convierte al artículo del FT en un disparate).

Los problemas del euro, en otras palabras, no fueron causados por un brote de irresponsabilidad fiscal que no recurrirá si se puede hacer que los griegos obedezcan. En un sentido profundo, los problemas ni siquiera fueron resultado de grandes flujos de capital que no quieren regresar. Todo el proyecto de la moneda única fue fallido desde el principio y seguirá generando nuevas crisis, incluso si Europa de alguna forma supera esta.

La enfermedad finlandesa

Vale la pena enfatizar qué tan malo ha sido el desempeño de Finlandia. Para los finlandeses, la gran depresión que recuerdan es el desplome que sucedió al principio de la década de 1990, que fue motivado por la combinación del estallido de una burbuja inmobiliaria y el colapso de la Unión Soviética, al lado.

El resultado fue una caída muy desagradable y una recuperación aplazada. Pero en esta ocasión, aunque el desplome en el producto interno bruto (PIB) per cápita no ha sido tan marcado, ha sido mucho más persistente.

¿Por qué Finlandia no puede recuperarse ahora? La deuda no es un problema; los costos de endeudamiento del país son muy bajos. Todo tiene que ver con la camisa de fuerza del euro. En 1990, el país podía devaluar, y lo hizo, alcanzando una ganancia rápida de competitividad. Pero en esta ocasión, no hay una forma rápida de hacer ajustes ante choques adversos.

Esto no debería ser una sorpresa;es el corazón del argumento clásico de Milton Friedman a favor de los tipos de cambio flexibles y, a su vez, del trueque que está en el centro de la teoría del área monetaria óptima. El problema en Finlandia es indicativo de lo que todo mundo esperaba que saliera mal con el euro.

El problema en Grecia, mientras tanto, representa otro nivel más de daño que nadie vio venir. Sin embargo, es importante comprender que hasta países que no se endeudaron mucho, que no experimentaron influjos importantes de capital y que básicamente no hicieron nada malo con base en los criterios oficiales, pese a eso están sufriendo en formas importantes.

Malestar económico en Finlandia

Durante los últimos años la economía de Finlandia ha experimentado un desplome prolongado, registrando solo dos trimestres de crecimiento desde 2012.

Gran parte de los problemas del país puede rastrearse a la caída del gigante tecnológico Nokia (que alguna vez fuera un jugador dominante en la industria de la telefonía móvil) así como a una reducción en la demanda mundial por productos forestales, como el papel conforme el mundo hace la transición hacia la comunicación digital. En 2000, solo Nokia fue responsable de aproximadamente la mitad del crecimiento del PIB de Finlandia, pero posteriormente la compañía sufrió para defenderse de los retos de Apple y Google. En 2014, vendió a Microsoft el resto de su notablemente disminuido negocio móvil.

Algunos analistas afirman que los problemas económicos de Finlandia tienen que ver con el crecimiento salarial. De acuerdo con un informe de Richard Milne publicado en marzo por el Financial Times, “en el corazón de los infortunios de Finlandia hay un problema de competitividad. Los costos salariales han crecido más rápido que en cualquier otro país europeo durante los últimos años”.

Sin embargo, otros analistas han señalado que los salarios de la nación no han crecido sustancialmente, y que la disminución en la competitividad del país resulta en gran parte de la caída en la producción de sus dos principales sectores de exportación: Nokia y productos forestales.

Normalmente, un país que enfrenta reducción en competitividad tiene la opción de devaluar su moneda, lo cual que hace que sus productos sean más baratos en relaciones con los mercados externos. Esto impulsa al sector exportador del país, lo que provee un estímulo económico y dado que los trabajadores son pagados en moneda menos valiosa, ellos son inherentemente más productivos.

No obstante, dado que Finlandia usa el euro y no controla el valor de su moneda, debe reducir el salario de los trabajadores a través de un proceso llamado “devaluación interna”, que reduce los costos laborales vía recortes salariales y disminución en el gasto social.

Luego de las elecciones de abril, una coalición del centro-derecha llegó al poder prometiendo manejar a Finlandia más como una empresa y recortar drásticamente su generoso Estado benefactor. Juha Sipilä, el nuevo Primer Ministro del país, también ha dejado flotar la idea de extender la semana laboral finlandesa sin un aumento correspondiente en la paga.

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