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Analistas 02/12/2012

Los nuevos republicanos: sopesados por plutócratas y predicadores

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Se ha hablado mucho desde las elecciones presidenciales sobre la posible emergencia de una nueva facción dentro del Partido Republicano, o al menos entre la intelectualidad conservadora. Estos nuevos republicanos, según nos dicen, están dispuestos a tener la mente más abierta respecto a cuestiones culturales, a ser más comprensivos con los inmigrantes y más escépticos de que baste con la economía de goteo; estarán a favor de medidas directas para ayudar a las familias trabajadoras.
 
Entonces, ¿cómo deberíamos llamar a estos nuevos republicanos? Tengo una sugerencia: ¿por qué no llamarlos “demócratas”?
 
Hay tres cosas que tiene que entender aquí.
Primero, en temas económicos el Partido Demócrata es lo que alguna vez hubiéramos considerado “centrista”, o incluso de centro-derecha. El plan de servicio médico del Presidente Obama inspirado en la Fundación Heritage está a la derecha de la propuesta de Richard Nixon de 1974. Nadie con influencia política está sugiriendo regresar a las tasas impositivas para los ricos de antes de Reagan. Las fantasías del Sr. Obama como socialista, como redistribucionista que odia el capitalismo, no se asemejan más en la realidad a las fantasías sobre su lugar de nacimiento o religión.
 
En segundo lugar, el Partido Republicano actual es una alianza entre los plutócratas y los predicadores, además de algunos oportunistas que se subieron al barco - ¡y punto! Todo el partido se centra en impuestos bajos en la cima (y pocos beneficios para el resto), además de valores sociales conservadores y poner a la religión en las escuelas; no tiene otra razón de ser. Algún día tal vez emerja otro partido con el mismo nombre que defienda una agenda muy distinta; después de todo, los republicanos alguna vez fueron definidos por su oposición a la esclavitud, y los demócratas por los votantes rurales (de ahí el burro). Pero eso llevará mucho tiempo, y realmente no será el mismo partido.
 
Finalmente, es cierto que hay algunos intelectuales y eruditos republicanos que verdaderamente parecen tener una mentalidad abierta sobre cuestiones económicas y sociales. Pero lo parafraseé cuidadosamente: “parecen tener” una mentalidad abierta; efectivamente, son aparentadores profesionales. En los momentos decisivos, siempre se puede contar con ellos - luego de dar un gran espectáculo de caerse de bruces y agonizar - en el sentido de que seguirán la línea del partido y rechazarán cualquier cosa que no coincida con la agenda del predicador-plutócrata. Si no cumplen cuando cuenta, son excomulgados (vea Frum, David).
 
Cualquiera que crea que realmente hay una búsqueda interna se está engañando.
 

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