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Todos los años son importantes para el futuro de Latinoamérica. Pero 2021 lo será aún más, después de que en 2020 la pandemia haya provocado una histórica caída del PIB de entre el 7,7% y el 8,1% en la región. Una situación crítica que exige respuestas contundentes por parte Gobiernos y sociedad civil. En el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (Ceapi) nos hemos puesto manos a la obra, conscientes de que el futuro de Iberoamérica es el futuro de sus empresas.
De ahí que hace pocos días celebráramos, en colaboración con nuestro socio IE Business School, un debate sobre las perspectivas económicas para Iberoamérica, cuyas principales conclusiones ahora comparto a modo de adelanto de los asuntos que abordaremos en ese gran encuentro empresarial que será el próximo Congreso de Ceapi, a celebrar los días 23, 24 y 25 de marzo.
En lo que a asuntos públicos se refiere, Susana Malcorra, decana de IE School of Global and Public Affairs, pronostica que, si bien Latinoamérica no está en las prioridades de EE.UU., si se verá afectada por el replanteamiento de sus relaciones con China, uno de los grandes inversores y socios comerciales de la región, obligando al área a posicionarse. Decisiones que se tienen que tomar en una región que tiene en su escasa integración una asignatura pendiente, como esta crisis ha demostrado. Asimismo, el fracaso de los Estados a la hora de prestar servicios durante esta crisis podría alimentar descontentos y alentar autoritarismos.
Las tendencias macro para la región en 2021, según Jorge Sicilia, economista jefe de Grupo BBVA y director de BBVA Research, tienen su aspecto positivo en la llegada de la vacuna y en la recuperación; en el retorno a la multilateralidad de EEUU, en unos tipos de interés bajos y una liquidez de los mercados que favorecerá la llegada de inversión a Latinoamérica. Un entorno en el que la transformación digital debe permitir ganar productividad, uno de los déficits que arrastra el área.
Y, respecto a las enseñanzas que deja pandemia, Germán Ríos, director del Observatorio de América Latina de IE, destaca el triple efecto de la crisis en la zona: el golpe sanitario, la caída del turismo y del precio de las materias primas y la salida de capitales de los mercados financieros en los primeros meses del covid. Las consecuencias son un incremento de la deuda, que alcanzará el 10% del PIB; un aumento de la pobreza en más de 30 millones de personas y una creciente conflictividad por falta de movilidad social. Pero hay razones para el optimismo: China crece y demandará materias primas; la política macro de los gobiernos es, en general, adecuada; sube el número de estudiantes universitarios; las nuevas tecnologías impulsan nuevos negocios; las democracias comienzan a fortalecer sus instituciones y se extiende una nueva actitud entre la iniciativa privada, más comprometida con la sostenibilidad y el progreso social.
Este es el contexto en el que se desenvolverán las empresas iberoamericanas en 2021. Y en Ceapi queremos que lo hagan con éxito. Con ese fin, en menos de tres meses celebraremos un congreso que, con el lema ‘Las mejores empresas para el Planeta: transformación social competitiva’, reunirá a los principales empresarios y expertos de la región para analizar el rol social de las compañías como partícipes de un nuevo Estado de bienestar e impulsoras del fortalecimiento de la economía formal, de la reducción de la desigualdad y de la ganancia de competitividad a través de la digitalización y la innovación.
