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He tenido el privilegio de ver, de cerca, a cientos de empresas colombianas crecer haciendo negocios y haciendo el bien. No hablo de narrativas y campañas de posicionamiento, hablo de decisiones que mejoran procesos, cuidan a las personas, fortalecen a los proveedores y disminuyen impactos ambientales. Cuando eso ocurre, el país avanza. Y quiero empezar por reconocer algo esencial: el mérito es del empresariado, que convierten su propósito en gestión diaria y en beneficio común.
En los últimos siete años, desde Colsubsidio, hemos dedicado esfuerzos a visibilizar esa realidad. No es casual que Xposible haya recibido más de 1.700 postulaciones de organizaciones que, por medio de proyectos innovadores, están haciendo la diferencia y proponiendo soluciones. Esta cifra es poderosa, ya que demuestra cómo el tejido empresarial colombiano ha logrado incorporar la sostenibilidad como parte de su estrategia y forma de operar. Falta, sí, más espacios, más reconocimiento, más conversación pública, pero el camino está trazado por quienes ya lo demuestran con hechos, los empresarios.
Quiero insistir, en que Colsubsidio no es el protagonista, lo son las empresas que apuestan por un país más sostenible y en negocios más productivos económica y socialmente. Por eso creo que el reconocimiento no debe quedar entre nosotros, en el círculo empresarial sino ampliarse a toda la sociedad, integrando medios, academia, gobiernos y la opinión pública que necesita conocer y valorar ese esfuerzo. No para entregar trofeos, sino para multiplicar lo que funciona.
Hemos aprendido que la narrativa es importante, pero la narrativa con datos y hechos es la que cambia percepciones y transforma realidades. Para mí, la sostenibilidad empresarial es gestión. Lo decisivo es alinear tres elementos: metas (qué cambia y en qué plazo), responsable (quién se hace cargo) y medición (cómo comprobamos que ocurrió).
Cuando ese triángulo está bien armado, la sostenibilidad se vuelve parte intrínseca de la estrategia y adquiere un poder transformador. Es ahí donde hacer negocios haciendo el bien es posible y se vuelve referencia para que otros pueden aplicarlo a su realidad.
Desde ese lugar nace Xposible Colsubsidio: no como una tarima, sino como una comunidad de aprendizaje y reconocimiento. Reconocemos prácticas que son soportadas por acciones, compartimos la gestión detrás de los resultados y ofrecemos rutas para quienes quieren dar el siguiente paso. Pero Xposible no es el fin sino el medio para algo más grande que se resume en que el país tenga más empresas que operan mejor y que la sociedad sepa que eso ocurre.
Permítanme, entonces, plantear una invitación. Primero, sigamos contando con evidencia. La sostenibilidad que importa se ve en indicadores de calidad, seguridad y ventas, pero sobre todo en esos que tienen que ver con el impacto en la calidad de vida de las personas y del territorio. Segundo, que los gremios, las universidades y los medios ayuden a llevar estas historias fuera de nuestros foros para que estén en la conversación pública y hagan parte de las agendas de cualquier organización o entidad. Tercero, hagamos del reconocimiento un bien público. Es decir, busquemos que esto no sea un intercambio de ideas entre pares, sino un acto de país que eleva la vara con la que nos medimos.
Sé que muchos sienten la presión de “mostrar algo” en términos de sostenibilidad. Yo prefiero otra vara: mostrar lo que impacta. ¿Qué proceso produce mejor hoy que ayer? ¿Qué riesgo se redujo? ¿Qué proveedor dio el salto? ¿Cómo estamos transformando a nuestras comunidades y territorio? Cuando esas respuestas tienen indicadores y responsables, la sostenibilidad deja de ser discurso y se convierte en ventaja competitiva colectiva.
Cierro con un compromiso de seguir abriendo caminos para que las buenas prácticas se conozcan, se aprendan y se escalen y con un llamado, no dejen de contar lo que están logrando, siempre con datos y con buenas historias. Cuando una empresa hace algo positivo, genera impacto, pero cuando muchas lo hacen, el país se transforma. Y ahí, justo ahí, es cuando avanzamos como sociedad.
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