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Analistas 01/11/2022

Y Musk, ¿“liberó al pajarito”?

Leticia Ossa Daza
Socia Directora Práctica LatAm Willkie Farr NY

Después de seis meses de múltiples tuits, ataques públicos y jurídicos (incluyendo un paso por las cortes), de acusaciones, de intentos fallidos por terminar y por cambiar los términos iniciales del contrato respecto a la transacción más sonada y controversial del año, el pasado jueves, Elon Musk completó la compra de Twitter Inc. por US$44.000 millones.

Esta pasará a la historia como una de las transacciones más costosas del sector Tec y le habrá costado, entre otras cosas, al impulsivo Musk la venta de algunas de sus acciones de Tesla para financiar la compra. Luego de casi una década de estar listada en la bolsa, Twitter vuelve a ser una compañía privada. ¿Qué le espera a Twitter y a sus usuarios?

Musk recibe una compañía afectada por meses de turbulencia en los que los empleados han manifestado sus preocupaciones por los cambios que este, ahora conocido como “Chief Twit”, traiga. Twitter, fue una de las primeras compañías en prometer que sus empleados podrían trabajar desde cualquier lugar “por siempre”, lo que Musk ya entró ha cuestionar.

Se especuló de que habría un despido masivo de 75% de los empleados de la compañía, lo cual Musk desmintió. Lo que queda claro es que el nuevo dueño no ha perdido el tiempo y empezó por despedir a la C-suite. Salieron el director general (con quien sus diferencias ya eran de conocimiento público), el director financiero y la directora legal -Musk tendrá que pagar aproximadamente US$200 millones a estos ejecutivos como compensación por sus despidos.

Musk, quien a través de sus tuits comparte los cambios que va generando y piensa implementar en la compañía, anunció que revisará con calma las políticas de moderación de contenido de Twitter y que nombrará a un comité diverso para apoyar esta labor, buscando así tranquilizar a los anunciantes (las pautas comerciales representan un ingreso crucial para Twitter).

Aseguró que no busca que la plataforma se convierta en un “un infierno sin limites para todos donde se puede decir cualquier cosa sin consecuencias”. Recordemos que Musk en repetidas ocasiones ha manifestado su frustración respecto a las restricciones y las cuentas que han sido bloqueadas por la plataforma.

El año pasado Twitter bloqueó la cuenta de Trump, y otros personajes, debido a declaraciones que pudieran provocar violencia después de lo sucedido en el Capitolio.

Esperemos que Musk, quien se ha declarado un abanderado de la “libertad de expresión”, no deshaga los esfuerzos de la empresa para crear conversaciones “más saludables” abordando temas como la desinformación, la incitación a la violencia, los comentarios racistas y demás.

Parece que desde el jueves pasado, han resurgido tuits incitando al odio y algunos políticos han tuiteado que es la nueva era de Twitter “Free speech. Liberal tears.” Así que la tarea de Musk y su comité no será fácil…y les quedará probar que lo que se dice sí genera consecuencias. Que no le pase lo del rapero Ye, antes conocido como Kanye West, a quien le están costando sus comentarios racistas y anti-semitas.

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