No cabe duda de que internet es una ‘máquina’ que ha revolucionado la vida de las personas en todo el mundo. En los últimos años hemos sido testigos de cómo la web ha transformado negocios enteros como el del turismo, ha hecho posible que servicios como el de salud lleguen a más gente en poblaciones remotas y ha cambiado la forma en que las nuevas generaciones se educan y acceden al conocimiento. Es un medio joven y en evolución, pero en el que ya hoy abundan las oportunidades.
Los datos revelados el año pasado nos confirman el valor que este medio ha alcanzado para el desarrollo social y crecimiento económico de las naciones, contribuyendo con el 4,1% del PIB en los países del G-20 y con ejemplos como los de Inglaterra y Corea en los que Internet ya representa entre 7 y 8 puntos porcentuales de su economía, según el estudio ‘Una oportunidad de 4,2 trillones de dólares: la economía de Internet en el G-20’, elaborado en el 2012 por The Boston Consulting Group.
Pero ya no son sólo los países industrializados o los más desarrollados (tecnológicamente hablando) en los que internet empieza a tener un papel preponderante. En el mundo hay alrededor de dos mil millones de personas conectadas a internet y de ese número casi la mitad está en países como los nuestros, en vía de desarrollo. Esto, traducido en oportunidades, es lo que ha llevado a que cada año surjan en estos países alrededor de 150 mil nuevas empresas relacionadas con la web o a que existan ejemplos de países que han logrado reemplazar cada puesto perdido en las pequeñas y medianas empresas por tres relacionados con el entorno digital.
Es en países cercanos a nuestra realidad, como Argentina, Brasil o México, que internet empieza a marcar como un indicador importante para el crecimiento económico, representando entre un 2 y un 2,5% del PIB, de acuerdo a lo revelado por McKinsey & Company a través del estudio ‘En línea y en crecimiento: el impacto de internet en los países emergentes’. En estos países internet ya podría ser considerada una de las más importantes industrias, pues aporta el mismo valor que el sector de turismo en Argentina o la producción minera en Brasil y estaría de lejos entre las 10 actividades económicas más grandes en el mercado mexicano.
El conocer el impacto económico que internet está alcanzando es lo que nos lleva a decir con total certeza que las principales oportunidades asociadas al crecimiento y desarrollo de una nación están hoy en día en las pequeñas y medianas empresas. No se trata sólo de que las impulse en su creación, sino también en su desarrollo y sostenibilidad: las pymes que usan internet reportan crecer 9 veces más rápido y vender 7% más que las que no están conectadas.
Adicionalmente, son las pequeñas y medianas empresas en donde están las mayores oportunidades porque es donde hoy hay más por hacer. En los países en desarrollo las pymes son un motor de crecimiento, generando entre el 20 y el 25% del PIB y contribuyendo con un alto porcentaje de los nuevos empleos que se generan cada año, sin embargo su adopción tecnológica sigue siendo muy baja. En Colombia, por ejemplo, hay alrededor de 1,8 millones de pymes y solo el 6% está conectada.
Es así, en conjunto y desarrollando todo un ecosistema, que lograremos subirnos en este tren, en el que Internet impacta cada vez más la economía y el desarrollo de los países.
