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Analistas 18/07/2019

Entre lo urgente y lo importante

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES

Desde hace varios días el gobierno viene tomando medidas en la lucha contra el narcotráfico, entre ellas la reanudación de la aspersión de glifosato sobre los cultivos ilícitos. El problema de la droga creció de manera desmedida durante el “proceso de paz” y hoy Colombia se encuentra de nuevo con aquella amenaza.

El país tiene distintos problemas, pero el más urgente para resolver en estos momentos es el de la producción de cocaína. El más reciente informe de la Naciones Unidas señala que nuestro país, de producir el 50% de la cocaína a nivel mundial, ahora produce el 70% y departamentos como Antioquia, Putumayo y Norte de Santander aumentaron sus cultivos en un 64%, ubicándose el Pacífico y Nariño como los departamentos con mayores cultivos ilícitos. Los efectos de ser los primeros productores del mundo traen una serie de externalidades negativas desastrosas para el país.

Lo urgente en Colombia ha hecho que nos olvidemos de lo importante; los avances para erradicar el analfabetismo han sido notorios, pero falta mejorar la calidad y arrebatar el sesgo ideológico que han impregnado los sindicatos a tantos maestros, eclipsando su noble labor. Los derechos de los niños han sido sobrepuestos al derecho a la protesta y si bien los paros no tienen la frecuencia de presidencias pasadas, afectan el normal rendimiento escolar.

Entre los temas importantes tal vez el más grave es el de infraestructura, Colombia presenta un atraso y ningún Gobierno ha podido darle una solución a largo plazo al tema; las vías 4G que duran años construyéndose, son una solución para unos pocos años pues los trancones y el estado de estas vuelven a presentar el atraso de siempre. La doble calzada Bogotá-Girardot fluye con alguna normalidad hasta que llega a los peajes y su colapso es notorio en los puentes festivos. Según un diario económico, 43% de la red pavimentada en Colombia se encuentra en mal estado y anualmente el sector de transporte pierde más de cinco billones; transportar en Colombia muchas veces es más caro que producir.

A todo lo anterior se suma la corrupción que existe en los procesos de contratación de las grandes vías: la ruta del sol, los escándalos de Odebrecht y de los Nule son apenas un ejemplo de lo que ocurre; combatir este flagelo es urgente pues incide directamente en la lenta construcción de infraestructura.

Colombia tiene grandes retos y la lucha contra el narcotráfico debe estar exenta de tintes políticos; si es por contaminación, nada lo hace más que un cultivo de coca; aun así, lo urgente debe dar paso a lo importante: las grandes reformas no dan espera, pero ellas deben pasar por el largo plazo pues, como lo demuestra el atraso en infraestructura, las soluciones deben ir más allá de una presidencia de cuatro años. Lo importante pasa también por la aclamada reforma a la justicia, la reducción de impuestos y el establecer claramente qué somos y a dónde queremos llegar como país.

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