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Analistas 25/10/2022

El Hogar Colombia

La República Más

A menudo me pregunto por qué hay gente que no entiende realidades económicas elementales y se deja seducir por lo que llamaría el ‘Espejismo Mágico’ del populismo -parodiando a nuestro Nobel-. Por eso, me puse en la tarea de desarrollar una historia para que cualquier persona entienda por qué el ‘Espejismo Mágico’ no cuadra.

En esta historia la economía de un país es como la de un hogar. Hay unos ingresos que consiguen las cabezas de la familia -Papá y/o Mamá-. Esos ingresos se derivan de salarios que ganan por su trabajo en empresas. Contra toda lógica literaria en el ‘Espejismo Mágico’ las empresas son los villanos mientras que en cualquier otro estilo literario serían los héroes. Los padres de familia son -el Estado- y sus sueldos son -los Impuestos-. Están sus dos hijos; el vago y la juiciosa. Ambos son -el Pueblo-. Aparece en escena el banco, quien es el que cubre los gastos de la familia que no alcanzan con los salarios. El banco en el caso de un país son los inversionistas en TES -Bonos del Tesoro-. Finalmente, completa el cuadro un tío borracho que vive con la familia y que le saca plata a la Mamá de la cartera. El tío son -los Políticos Corruptos-.

En esta historia del ‘Hogar Colombia’ el Papá -el Estado- gasta más de lo que gana. Dice adorar a sus hijos -el Pueblo- y por eso les quiere dar más de lo que sus ingresos permiten. Los ha malcriado porque no quiere que sufran lo que él padeció cuando joven -el Gasto Social-. Al gastar más de lo que puede cubre su faltante con deuda -Déficit Fiscal-. Por el otro lado, el tío -los Políticos Corruptos- le sigue robando a la Mamá y esta se hace la de la vista gorda.

En el ‘Espejismo Mágico’ el Papá le miente a su familia prometiendo lujos que no puede pagar. El sabe que su salario no alcanza y que sus patrones no tienen como pagarle más así exija y exija -Reformas Tributarias-. También sabe que los bancos no le soltarán más plata porque está demasiado endeudado. O si se la sueltan, le cobrarán más que cuando su situación financiera era más holgada -no tiene Grado de Inversión-. Por su parte, la Mamá sabe que si le pusiera tate quieto a la cleptomanía de su hermano habría un ingreso adicional. Por último, el Papá siente una debilidad especial por el hijo vago y lo mantiene mientras que a la hija juiciosa no le pasa un peso -los dos son el Pueblo-. Incluso, a ella la conmina a que ayude económicamente a su hermano. En esta historia el hermano vago es la -Población Sobre Subsidiada- a la que Papá le alcahuetea mucho y la hermana es la -Clase Media-, a la que entre más muele más le exige.

El epílogo de esta tragicomedia es que un día la empresa despide al Papá y los bancos le cortan el chorro -los Inversionistas se van-. La hija juiciosa se da cuenta que ese ambiente hostil no le hace bien y decide irse -Fuga de Cerebros-. El hijo nunca levanta cabeza y se empobrece al hacerse adulto. Y el tío borracho encuentra otro hogar de parientes incautos donde sigue robando.

Un mejor final para esta historia sería que los padres se acomodan a su nivel de ingresos y no le prometen el ‘oro y el moro’ a su familia sin tener cómo pagar tanta sabrosura. Siempre mantienen la deuda a niveles razonables para poder pagarla aún en época de vacas flacas. No le pasan plata al hijo indefinidamente sino que lo ayudan temporalmente solo si también pone de su parte. A la hija no le cargan la mano con exigencias excesivas para que pueda seguir progresando. Al tío borracho lo botan de la casa y lo denuncian a las autoridades. Y finalmente, no maltratan a sus patrones por que son estos los que les proveen su sustento.

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